Los generadores a diésel elevan niveles de dióxido de azufre y contaminan el aire de Quito
El uso de generadores a diésel en Quito está generando preocupación por su impacto en la calidad del aire. Investigadores de la Universidad de las Américas (UDLA) y la Secretaría de Ambiente del Municipio capitalino han detectado un incremento en los niveles de contaminación, especialmente durante los apagones. Un estudio reciente reveló que a mayor número de horas sin electricidad, más aumenta la contaminación del aire, predominando la presencia de dióxido de azufre, un compuesto que afecta directamente la salud de los quiteños.
Las emisiones provenientes tanto de generadores industriales como domésticos son una fuente importante de contaminación. Los investigadores han advertido que el uso extendido de estos artefactos, debido a la crisis energética, está afectando gravemente la calidad del aire en varios sectores de Quito. Para el estudio, se tomaron muestras en nueve barrios de la ciudad, incluyendo el Centro Histórico y los valles de Tumbaco y Los Chillos, lo que permitió constatar que la contaminación por dióxido de azufre se ha triplicado, con un aumento de hasta el 180 % en sus partículas.
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Rasa Zalakeviciute, investigadora de la UDLA, explicó que el alto contenido de azufre en la gasolina y el diésel de Ecuador contribuye a la formación de dióxido de azufre, que puede causar irritación en los ojos y las vías respiratorias.
Además de ese gas, las mediciones también muestran un incremento del 43 % en monóxido de carbono y un 38 % en dióxido de nitrógeno, así como en otras sustancias químicas como hollín, polvo y metales pesados, todos perjudiciales para la salud humana.
La investigación resalta que la exposición prolongada a estos contaminantes puede generar serios problemas respiratorios y cardiovasculares en la población, lo que subraya la necesidad de buscar alternativas menos contaminantes para la generación de electricidad. Según el estudio, el uso de generadores a diésel es una solución rápida pero altamente tóxica, lo que podría representar un costo aún mayor para el Estado en términos de salud pública.
Zalakeviciute hizo un llamado a que el Gobierno y el sector privado consideren opciones de financiamiento para implementar sistemas de generación de energía más sostenibles. Desde la academia, se plantea que la inversión en energías limpias, como la solar o eólica, sería una opción más adecuada para mitigar los efectos de la contaminación y mejorar la calidad de vida en la ciudad.
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El estudio concluye que es urgente que Quito, al igual que otras ciudades del país, se prepare para un futuro con interrupciones eléctricas más frecuentes debido al cambio climático. Si no se toman acciones prontas, el impacto en la calidad del aire podría empeorar, afectando gravemente la salud de sus habitantes.