Censo 2022: ¿es necesario entregar el número de cédula?
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) inició el Censo de Población de 2022 el pasado 1 de octubre con su etapa en línea. El trámite incluye 70 preguntas y solicita la cédula de identidad de cada miembro de la familia.
Para algunos expertos, consultados por Ecuavisa.com, esa información pone en riesgo a los ciudadanos porque se entregan datos delicados que puede ser utilizados por ciberdelincuentes para extorsiones.
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¿Es necesario entregar el número de cédula?
En una entrevista radial, el director ejecutivo del INEC, Roberto Castillo, defendió el amparo legal que tiene la institución para pedir datos sensibles.
La Ley Orgánica de Protección de Datos Personales da la facultad de solicitar información de ese tipo cuando es necesario para fines estadísticos. Sin embargo, Alfredo Velasco, director de Usuarios Digitales, plataforma que promueve los derechos del ciberespacio, dice que la norma garantiza el principio de pertinencia, es decir, pedir esa información únicamente cuando sea necesario.
A criterio de Velasco, para un censo poblacional, la cédula no es trascendente. Byron Villacís, exdirector del INEC, coincide e incluso argumenta que es antitécnico.
Explica que una persona al ser identificada es muy probable que de respuestas que no sean transparentes, a diferencia de si fuera anónimo; es decir, que mienta sobre las condiciones en las que vive, su preferencia sexual o quiénes integran su hogar.
En contraste, desde el INEC, argumentan que esos datos permiten corregir y mejorar la información. Es decir, si alguien comete un error al decir su edad, con la cédula tendrían los años correctos.
La cédula es un mecanismo para evitar que se duplique la información
El director del INEC dijo que el número de cédula es la manera de evitar que se duplique la información. Al ser un censo en línea, cualquier persona podría registrarse en más de una ocasión si no existe un parámetro como la cédula que identifique a un usuario de otro.
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Sin embargo, Diana Maldonado, experta en ciberseguridad, cree que es obligación del INEC generar mecanismos para lograr que el sistema utilizado en el censo solo permita realizar una inscripción, sin solicitar datos personales.
Velasco añade que existen formas para garantizar que un usuario anónimo tenga protegida su identidad y haya un único registro, recuerda, por ejemplo, el funcionamiento de las criptomonedas.
El reto es proteger la información del censo
En Ecuador no hay un censo poblacional desde 2010. Estaba previsto que se realice en 2020, pero se aplazó por la pandemia. Estas encuestas permiten dimensionar la realidad de vivienda que atraviesan las personas que viven en el país, las condiciones socioeconómicas en las que se encuentran y la conformación de las familias.
En esta ocasión, se incorporó una etapa en línea, que supone un reto de proteger la información de todos los ecuatorianos. La especialista Maldonado dice que la página web en la que se responden las preguntas y se registran los datos personales es tentadora para los ciberdelincuentes.
Ya ha ocurrido en Ecuador, en más de una ocasión, que los 'hackers' aprovechan las vulnerabilidades en el sistema para secuestrar información y pedir dinero a cambio de la liberación, o simplemente para extorsionar a los ciudadanos que respondieron preguntas confidenciales.
A esa posibilidad se suma la falta de interés que tienen las entidades públicas en invertir en ciberseguridad, según indica la experta. Dice que el INEC debe utilizar un sistema encriptado, pero que aún así se corre un riesgo.
Incluso, sin entregar el número de cédula los ciberdelincuentes podrían rastrear la dirección IP de la máquina desde la que un ciudadano responsa la encuesta y así delinquir.
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Otros problemas alrededor del censo
Villacís, quien estuvo al frente del INEC de 2007 a 2012, sostiene que hay otros problemas alrededor del censo e incluso ha enviado una carta al presidente Guillermo Lasso alertando de esas vulnerabilidades.
Por ejemplo, dice que es contraproducente que se realice un censo en medio de elecciones. Los censistas podrían incurrir en proselitismo o los partidos políticos utilizar engaños para llegar casa por casa de los votantes, fingiendo ser parte de los encuestadores.
Otra observación que hace Villacís es que solicitan información que en Ecuador todavía es un tabú, por ejemplo la identidad sexual. Él está consiente que es necesario levantar esa información, pero indica que no es lo correcto hacer que el jefe de familia responda por los demás miembros porque la información no sería real.