Autoriadades de Ecuador analizan medidas ante amenaza de variante Ómicron
Desde la mañana de este lunes 29 de noviembre, se reúne parte del gabinete con el presidente Guillermo Lasso para analizar las medidas que el régimen adoptará ante la presencia en el mundo de la nueva variante del COVID-19, Ómicron.
Ecuador sumó hasta este sábado 478 nuevos contagios de COVID-19 y acumuló 526.615 positivos de la enfermedad desde el inicio de la pandemia, según el informe epidemiológico diario difundido por el Ministerio de Salud Pública.
En cuanto a la situación en los cantones o municipios, el informe precisa que Quito continúa como la ciudad más castigada por la pandemia con 181.411 (93 más que el viernes), seguida de Guayaquil con 50.322 (45 adicionales).
Esto sucede frente a la identificación de la nueva variante del SARS-CoV-2 en Sudáfrica, caracterizada por un gran número de mutaciones (55 en todo el genoma, 32 en la proteína S o espícula) y el aumento vertiginoso de su incidencia relativa en esa población ha disparado una vez más las alertas a escala mundial.
Varios países han cerrado el tráfico aéreo con Sudáfrica y hay expertos que indican que es "la variante más preocupante que hemos visto hasta la fecha". La OMS la ha elevado a la categoría de "variante preocupante" y la ha designado con la letra griega ómicron.
Pero, con los datos disponibles, ¿podemos aceptar la pertinencia de estas afirmaciones?, ¿se basan en demostraciones o son conjeturas?, ¿cuándo podemos definir una nueva variante como de preocupación y qué consecuencias tiene eso sobre nuestra estrategia frente a la pandemia? Intentaré en los siguientes párrafos arrojar un poco de luz sobre estos temas.
La secuencia genómica de la variante ómicron (linaje B.1.1.529 en el sistema PANGO, o linaje 21K de NextStrain) muestra 55 mutaciones respecto al virus original de Wuhan, 32 de ellas situadas en la proteína S o espícula, la más importante por su papel en la infección de las células y la respuesta inmunitaria.