Aguas servidas de Machala llegan al mar sin ningún tratamiento
El sistema de tratamiento de aguas residuales de Machala es insuficiente. Apenas 9.000 personas de 350.000 habitantes que tiene la ciudad se benefician del servicio.
En la capital orense decenas de miles de domicilios, industrias y hospitales han optado por descargar sus desechos en los esteros que rodean la ciudad. A las aguas servidas no se les da el tratamiento adecuado y desembocan en el mar.
Basta con recorrer el estero El Macho para poder ver los tubos instalados desde distintos inmuebles por donde caen las aguas servidas.
"Esto viene de los hospitales, del servicio, del cementerio, todo descarga para el mar", señala Romelia Correa, una ciudadana que vive cerca del canal.
"Todos los baños que tiene la gente por ahí sale a esto", indica otro morador.
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Los habitantes de la zona mencionan además que desde hace varios años han solicitado al Municipio que solucione el problema, pero hasta ahora -indican- solo se ha construido un malecón en la zona de Sauces.
En 2015, el Cabildo creó una ordenanza donde establece que los sistemas de aguas lluvias, conducción y el tratamiento de aguas servidas son responsabilidad de la Empresa Pública Municipal Aguas Machala-EP.
Además, se dispone el cobro del servicio de alcantarillado del 80 % del valor de la planilla por consumo de agua potable.
Álex Espinoza, habitante de uno de los sectores afectados, cuestiona a dónde va el dinero que pagan mensualmente los machaleños, pues solo nueve barrios cuentan con el servicio.
"La única planta de tratamiento que existe en Machala, y que todos conocemos, es la planta de tratamiento Virgen del Cisne. De acuerdo a un informe que me dio Aguas Machala-EP, los barrios beneficiados de esa planta de tratamiento son nueve y corresponden a 9.200 habitantes aproximadamente", indica el ciudadano.
Ecuavisa solicitó una entrevista a la empresa pública, pero hasta la publicación de este reportaje no se obtenía respuesta.
En un recorrido por el estero Huaylá o en las riberas del Malecón de Puerto Bolívar también se puede observar más tubos desde donde se descargan las aguas servidas. Cuando baja la marea se puede ver cómo se forman los sedimentos de los desechos. Un atentado a la flora y fauna del mar.
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