La erosión regresiva del río Coca amenaza con dejar sin petróleo al país
La erosión del río Coca regresiva amenaza con dejar al país sin petróleo. El fenómeno natural avanza aguas arriba, además de la captación de Coca Codo Sinclair, y se aproxima a la estación de bombeo del Salado del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano, SOTE, en el cantón El Chaco.
Las dos construcciones están en el kilómetro 112 de la vía Quito - Lago Agrio, casi juntas, apenas divididas por la carretera.
La estación de bombeo El Salado es una de las cinco estaciones que tiene Petroecuador en los 485 kilómetros del SOTE, entre Sucumbíos y la terminal de Balao, en Esmeraldas.
Esta infraestructura también está en riesgo y podría desaparecer si la fuerza de la erosión avanza sin contención. La estación El Salado es estratégica para el bombeo de crudo por la Cordillera Oriental.
Tiene cinco tanques de almacenamiento de petróleo, un grande y cuatro medianos, máquinas de alta presión, generadores motores, tuberías.
Petroecuador informó que desde el inicio de la erosión, implementó un plan de gestión de riesgos y de contingencia para mitigar los impactos en la infraestructura hidrocarburífera.
No especificó en qué consiste, aunque añadió que hay un estudio topográfico de la geología, un mapa de amenazas y riesgos con un análisis social y ambiental, en el cual también se determinan rutas y trazados.
Está en revisión, según dice la estatal, el producto final del estudio de pre factibilidad para la construcción de la variante definitiva del SOTE y poliducto Shushufindi - Quito, en la zona de riesgo.
Petroecuador no dice el monto y la fecha de entrega del estudio definitivo.
La erosión en el río Coca avanzó 300 metros en 10 días y se acerca a la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair
La erosión del río Coca avanza y con ella la amenaza de destrucción de la infraestructura de captación de agua de la Central Coca Coda Sinclair.
Este año la erosión se ha acelerado debido a los altos caudales en el río Coca en las últimas semanas. El comportamiento del fenómeno cambió radicalmente en relación al año pasado, cuando se mantuvo estable a más de 7 kilómetros de la infraestructura de captación de la hidroeléctrica.
El 2 de febrero la erosión retrocedió súbitamente 200 metros y se colocó a 7 kilómetros y 300 metros de la central. En ese punto la erosión se mantuvo por 135 días hasta que llegaron las lluvias.
El 17 de junio avanzó 500 metros y el frente de la erosión se midió a 6 kilómetros y 800 metros de la planta generadora.
Desde esa fecha el fenómeno se acelera. El 22 de junio estaba a 6 kilómetros y 400 metros. El martes 2 de julio había avanzado 300 metros más y estaba ya a 6 kilómetros y 100 metros de la infraestructura de captación de la hidroeléctrica.
Es decir, la erosión desde febrero avanzó un kilómetro y medio y cada vez está más cerca de la principal hidroeléctrica del país.
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Ese avance pone también en riesgo las obras planificadas para mitigar sus efectos y salvaguardar la infraestructura estratégica del Ecuador.
📢 La erosión del río Coca amenaza con destruir la infraestructura de captación de agua de la central Coca Codo Sinclair.@panchogarces con el reporte 🎙️.
— Ecuavisa Noticias (@EcuavisaInforma) July 4, 2024
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El mes pasado ya sobrepasó el punto en el que está planificada la construcción de un dique permeable que debía servir para atrapar sedimentos y hacer que la pendiente del río no se incremente para que la erosión se haga más lenta.
Ahora está a un poco menos de dos kilómetros del punto en el que se tiene planificada la construcción de 13 pantallas de hormigón que deben formar gradas en el lecho del río para hacer que la energía del río se disipe.
Son las dos obras principales del plan para salvar Coca Codo Sinclair, frente a la erosión que avanza, aunque su construcción no ha empezado.