Útiles escolares, textos, matrícula y uniformes: el elevado costo del regreso a clases
Con el retorno obligatorio a clases presenciales, los padres de familia de colegios particulares de la Costa y Galápagos volvieron a pagar cientos de dólares en útiles escolares, textos, uniformes e incluso productos de limpieza solicitados por las unidades educativas.
En una institución del norte de Guayaquil, ubicada sobre la avenida Juan Tanca Marengo, una pareja de padres llegó a cancelar 850 dólares entre matrícula, artículos escolares y uniformes para su pequeño de ocho años, que va a cuarto año de educación básica.
En Samborondón, la mamá de una niña de nueve años, que va a quinto de educación básica en una unidad educativa de La Puntilla, canceló más de 1.200 dólares entre implementos escolares, libros, matrícula y otros rubros.
Mientras que un papá cuyo hijo de cinco años va a primero de básica en una escuela del centro de Guayaquil gastará 100 dólares en productos escolares. En este último caso le piden hasta cloro, desinfectante y un desodorante ambiental.
Por otra parte, un padre de familia que reside en Durán, cuyos tres hijos estudian en un colegio de la ciudadela Panorama, ha pagado más de 600 dólares entre útiles, matrículas y uniformes por sus tres hijos.
Lista del Ministerio
Previo a cada inicio de año escolar, el Ministerio de Educación difunde una lista básica de útiles escolares para los estudiantes de todos los niveles que puede regir para las instituciones particulares y públicas.
Según este documento, por ejemplo, los estudiantes de bachillerato necesitarían alrededor de 30 elementos, entre ellos artículos indispensables como: borrador, plumas o lápices.
En el caso de los textos, los colegios están condicionados a pedir libros que cumplan con nueve parámetros establecidos en un acuerdo ministerial suscrito en octubre de 2021.
En este documento se indica además que los rectores y directores de las instituciones educativas particulares y fiscales que no reciban textos por parte del Gobierno Nacional deben firmar una declaración juramentada en la que aceptan la responsabilidad de que los libros solicitados cumplen con funciones: "informativa, transformadora, innovadora, sistematizadora, autopreparación, consolidación y educación, integradora, de apoyo y aspectos formales".
Sin embargo el estatuto no menciona nada sobre precios, lo que da libertad a los colegios y escuelas a pedir los libros que consideran convenientes.
¿Quién controla los precios?
Muchos padres aprovecharán este fin de semana para completar (o iniciar) la compra de útiles escolares, textos, uniformes e incluso dispositivos electrónicos que necesitarían los estudiantes.
De las versiones recogidas por Ecuavisa.com, la mayoría de padres se quejó por el elevado costo de la lista de materiales solicitada por los colegios.
A ello se suma lo que deben cancelar por pensiones, matrículas y otros rubros, sin embargo, a pesar de no estar conformes no prevén plantear una denuncia. Algunos porque desconocen dónde realizarla.
Este viernes 6 de mayo, en la inauguración oficial del período lectivo 2022-2023 en el régimen Costa-Galápagos, la ministra de Educación, María Brown, indicó que de existir alguna inconformidad se debe presentar "una denuncia ante las entidades de defensa del consumidor porque se tratan de negocios particulares".
"Hemos pedido que sean comprensivos. No pueden excederse de esa solictud de listas básicas. Confiamos también en la honestidad de quienes venden este tipo de insumos para que no cobren más allá de lo que el precio de venta establece", señaló Brown.
Sin embargo, Gladys Criollo, experta en Gestión Educativa y exauditora del Ministerio de Educación, sostiene que el Ministerio sí puede (y debería) regular los requerimientos de los establecimientos particulares.
Criollo, quien se jubiló el año pasado, atendía justamente quejas como esta. Indica que una vez que la denuncia es presentada en el Distrito Educativo, los auditores educativos deben revisar el caso.
Sostiene que los colegios que no fundamenten debidamente sus requerimientos de útiles escolares, textos, entre otros materiales, pueden ser sancionados con multas y deben readecuar su lista de útiles.
Luego de más de dos años de pandemia, los estudiantes de la Costa y Galápagos deben regresar obligatoriamente a las aulas, en las que se cumplirá con un aforo del 100 %, pero se debe seguir usando la mascarilla.
Solo en ambas regiones cerca de 2,4 millones de estudiantes deben regresar a las aulas hasta el martes 10 de mayo.