Pichincha concentra el 66 % de la producción florícola de Ecuador
La cuarta y quinta semana del año son las más intensas para la cosecha de rosas en fincas de cuatro provincias: por su calidad tienen alta demanda en el mercado internacional. En general, Pichincha concentra el 66% de la producción de flores, Cotopaxi 27% y Carchi e Imbabura el 7%.
En las faldas del majestuoso Cayambe hay 4 000 hectáreas de rosas, su producción se duplica en estas dos semanas para responder a la demanda, sobre todo de Estados Unidos, por el Día del Amor y la Amistad o San Valentín.
En esta finca, de 46 hectáreas, se cosechan y empacan normalmente hasta 100 mil rosas por día. En estas dos últimas semanas de enero llegan a 190 mil.
Las condiciones climáticas de Cayambe y Tabacundo permiten que los botones lleguen a 6.5 centímetros con tallos de hasta un metro. Esto es muy apreciado en los mercados internacionales. Estar en la Mitad del Mundo incide en que los rayos del sol caigan perpendicularmente, lo cual intensifica el aroma y el color.
Así lo indica Diego Borja, jefe de cultivo:
"Nosotros hacemos el resto del proceso, que va desde su estado inicial, desde la injertación, desarrollo vegetativo, interviene lo que son los procesos nutricionales, sanitarios, para poder llegar a esas características".
Otra ventaja en el mercado mundial es que las rosas ecuatorianas duran hasta 30 días después de ser cosechadas. Para ello, en las fincas hay estrictos procesos de cultivo y recolección. Los sistemas de riego y ventilación están automatizados.
Marco Rueda, director de la Unidad de negocio Finca Flor y Campo, lo explica:
"Son llamados invernaderos inteligentes que mediante sensores pueden abrirse y cerrarse los techos, igual con el mismo sensor pueden abrir y cerrarse las cortinas laterales y frontales; eso permite mejorar la humedad dentro del bloque, para mantener las características de la planta".
Y los trabajadores son tan meticulosos que, por ejemplo, cuentan los pétalos abiertos para saber si la flor está madura y cortan el tallo dependiendo los requerimientos del cliente.
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Para que las rosas resistan el viaje y lleguen en perfecto estado, después de la cosecha se hidratan y empacan en cuartos fríos. Desde aquí son transportadas en cajas con códigos de barras, con la información de la flor y el país de destino.
Entre la siembra y cosecha de las rosas pasan seis meses, una vez que concluye el proceso en las fincas, paquetes de flores salen, tres veces al día, para el Aeropuerto Mariscal Sucre.
Aquí, hace 20 años, la economía dependía de la agricultura y la ganadería, ahora las rosas dan color y trabajo a los habitantes de Tabacundo y Cayambe.