Nuevo proyecto de ley de Noboa impulsa que las empresas se autoabastezcan con energía renovable

En Ecuador, solo el 1 % de la energía que se genera corresponde a una renovable no convencional, es decir, de energía que no es comercializada de manera masiva, aunque es un ámbito en el que el país tiene grandes potencialidades.

Con el envío de La Ley de Competitividad Energética que el gobierno remitió a la Asamblea Nacional la semana pasada, el tema cobra más importancia porque en ese texto es señalado que el sistema de generación distribuida para autoabastecimiento debe ser con recursos energéticos renovables no convencionales.

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Es decir, los incentivos para la inversión de empresas privadas que quieran autoabastecerse de energía no corresponde a generación hidroeléctrica o térmica.

Según el Plan Maestro de Electricidad la generación actual con biomasa es de 137 megavatios, con energía solar de 24 megavatios, con energía eólica de 17 megavatios y con biogas 7 megavatios.

Con eso se llega a un total de 185 megavatios, generación totalmente marginal si se compara, por ejemplo, con los 3 000 megavatios de generación térmica que tiene el país.

Al momento hay tres proyectos en desarrollo de energía renovable no convencional: Vilonaco 3 que generará 110 megavatios, el proyecto fotovoltaico de El Aromo con 200 megavatios, y Conolopus en as Islas Galápagos con 15 megavatios más.

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En este escenario, el proyecto de Ley empieza a recibir críticas, pues no alienta un mercado competitivo de generación, transmisión y distribución.

Además, se reprocha que la generación no convencional no es aplicable para todas las actividades y son tecnologías costosas si se compara con la generación hidroeléctrica e incluso con la generación térmica con gas natural.