Jamil Mahuad: La dolarización ha durado 25 años porque la implementamos bien
A propósito de los 25 años de dolarización, Ecuavisa.com entrevistó al expresidente Jamil Mahuad, responsable de implementar el sistema monetario en Ecuador, sobre cómo ha cambiado el país en ese tiempo y los riesgos a los que está propensa, en medio de las crisis y el paso de los gobiernos.
¿Cuánto cambió el Ecuador en estos 25 años de dolarización?
Le dio estabilidad a un país totalmente inestable. Desde el año 2000 se nos abrió la puerta al futuro. La inflación, que siempre estaba en dos dígitos: 30, 40 o 70%, en 2024 fue menor que la de EE.UU. Las tasas de interés ahora son internacionales. Quedaron atrás las devaluaciones y el 90% de la gente la defiende.
¿Por qué en un país tan proclive a los proyectos populistas, la gente sí defiende la dolarización?
La gente no es tonta y defiende una medida cuando le beneficia. A los trabajadores les estabilizó el salario que ya no se lo come la inflación. Se convirtieron en sujetos de crédito. Se formó una clase media que empezó a comprar electrodomésticos, luego vehículos y casas. Terminamos con la principal preocupación del país: el deterioro de las condiciones de vida.
¿La dolarización es indestructible o qué la pueden derribar?
El alimento de la dolarización son los dólares. Si dejamos de exportar, si se cae la producción petrolera y si no tenemos fuentes sustitutivas o acceso al crédito, esta puede morir. También puede acabarse cuando los ingresos que llegan al país, el Estado los coge y no deja lo suficiente para el sector productivo que genera empleo, crece la economía. También la podemos matar si no hacemos la tan necesaria reforma laboral y el contrato por horas. El cuidado de la dolarización no solo tiene que ver con el gobierno, sino con el comportamiento de las élites y de todos los ciudadanos.
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¿Qué síntomas tiene una dolarización enferma?
En sus 10 años, Rafael Correa hizo todo para que la dolarización fracasara. El gasto del Estado llegó al 44% del PIB: eso es una barbaridad. Él creía que el motor del desarrollo era el Gobierno, que debía gastar en todo y aumentando el número de empleados públicos que hasta hoy nos pesa.
¿El dólar electrónico acabaría con la dolarización?
Si el Estado no tiene dólares, no puede pagar sueldos. Entonces, vienen los retrasos que ya vivimos en años anteriores. Los empleados públicos, por la desesperación, piden que les paguen como sea. Así aparecen los dólares electrónicos acreditados en el celular por el mismo valor del sueldo.
La persona va a la tienda a pagar en dólares electrónicos, pero la vendedora los acepta a un valor inferior que el dólar físico. Lo mismo ocurre cuando esa vendedora tiene que pagarle a su proveedor, quien aceptará la moneda virtual con descuento. En ese momento, se habrá introducido ya una segunda moneda, con un valor más bajo que el dólar físico. Una crisis de esa magnitud fue la que nos llevó a dolarizar.
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¿Usted no dolarizó la economía al inicio de su gobierno porque no estuvo convencido?
En 18 meses firmamos la paz con el Perú; creamos el bono solidario que es la el eje de toda la política social del Ecuador; firmamos el convenio para el uso de la Base de Manta; reforzamos el SRI, que empezó a cobrar impuestos; y, declaramos la zona de protección ecológica del Yasuní. Año y medio no es nada de tiempo para todo esto. Imagínense lo que hubiéramos hecho si este grupito de coroneles y oficiales inferiores no producían el golpe de Estado. En ese tiempo, un grupo me criticaba porque no era conveniente para el Ecuador dolarizar. Otro grupo nos acusó de ser demasiado acelerados por una presión política y no económica. Y finalmente, un tercer decía que nos demoramos demasiado, porque no estábamos listos. ¿Cómo se podía dolarizar sin tener una auditoría internacional del sistema bancario? La dolarización fue estudiada desde julio hasta diciembre de 1999, tomando todas las precauciones técnicas. Por eso funciona hasta hoy, porque la hicimos bien.
¿Osvaldo Hurtado, Rodrigo Borja y Fidel Egas estuvieron en contra de la dolarización, mientras que León Febres Cordero, Jaime Nebot y las cámaras de Guayaquil, a favor?
Borja estaba en contra. Hurtado ha dicho públicamente, porque es un hombre frontal, que estuvo en contra, al igual que el 90% de los macroeconomistas ecuatorianos. Pero al final aceptó que se había equivocado. No conozco la posición de Egas. Nebot estaba a favor y prueba de ello es que con los votos del PSC logramos sustituir al Banco Central que se oponía a la dolarización.
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¿No era posible estabilizar al sucre o tener una convertibilidad como en Argentina, antes que dolarizar?
El caso de Argentina lo conozco bien porque Domingo Cavallo, que creó la convertibilidad, nos asesoró. Él equiparó al peso con el dólar, porque ese peso tenía algo de credibilidad. En Ecuador ya nadie creía en el sucre. El 70% de la economía ecuatoriana estaba dolarizada de hecho y el 30%, no. ¿Que era más fácil, práctico y necesario: dolarizar ese 30% que faltaba o reconvertir al sucre a ese 70% de la economía? En la crisis ecuatoriana no cabía una posición intermedia.
¿Sin crisis bancaria, el país se hubiera encaminado hacia la dolarización?
El problema financiero se produjo por tres problemas: uno moral, porque hubo banqueros corruptos a los que se los persiguió y se los puso presos.
Se cerraron esos bancos, perdieron el capital y perdieron las acciones. Sin duda hubo corrupción, no en toditos. Un segundo problema fue la mala administración de los bancos porque hubo créditos mal gestionados, sin las garantías ni los estudios. Y, tercero, por mala suerte. El fenómeno de El Niño fue tan devastador que muchas carteras dadas a la agricultura ya no se pudieron cobrar, cayeron las exportaciones de banano, camarón y pesca y el petróleo valía USD 7 el barril. De candidato planteé la necesidad de las medidas de ajuste, pero no tuvimos el apoyo de nadie. Eso lo dice Ricardo Hausman en el libro que publicamos sobre la dolarización. Al Ecuador lo dejaron solo, nadie nos dio un centavo, nadie nos apoyó porque en el mundo también había una crisis. El FMI, que nunca creyó en el esquema, reconoció que esta fue una buena medida dos meses después de implementarla.
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¿Por qué dolarizó a 25 000 sucres y no a menos?
El dólar se cotizaba a 28 mil sucres y yo lo fijé en 25 mil. Había que tener dinero suficiente para cambiar todos los sucres de las personas en dólares. Si los dólares no alcanzaban para todos, la medida hubiera fracasado de inmediato. La cotización fue tan precisa que el Banco Central se quedó con una reserva de 11 millones de dólares. Este fue un mérito del entonces ministro de Finanzas, Alfredo Arízaga, del director del Banco Central, Julio Prado, y del superintendente de Bancos, Jorge Guzmán.