"Yo no estoy de luto": los cubanos que no lloran la partida de Fidel Castro
La histórica última despedida de Cuba a Fidel Castro concluyó este 4 de diciembre.
Convocó a las calles de La Habana o Santiago a cientos de miles de cubanos y llevó a la isla a un puñado de mandatarios y políticos para dar el último adiós al líder histórico de la Revolución Cubana.
Sin embargo, el fallecimiento del exguerrillero, ocurrido el 25 de noviembre, no fue recibido en consenso por los cubanos.
Así como hombres y mujeres lloraron desconsolados por la partida del Comandante en Jefe, la disidencia en la isla reaccionó de maneras muy distintas.
En La Habana no hubo festejos como los de la comunidad cubana en Miami, pero casi en silencio más de uno celebró lo que muchos consideran el fin de una era.
Porque la figura de Fidel Castro no sólo provocaba admiración, sino también profundo rechazo y condena.
El último viaje del exmandatario cubano, fallecido a los 90 años, empezó en La Habana, se detuvo en Santa Clara, Camagüey y Bayamo para concluir en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba.
Allí fueron depositadas sus cenizas este domingo, en el interior de una roca con una lápida en la que se lee apenas una palabra: "Fidel".
Así concluyeron las exequias oficiales de Castro.
Consultado por BBC Mundo, el presidente de la organización cubana Somos Más, Eliécer Ávila brinda las razones que tiene para decir que él no está de luto.
"Yo no estoy de luto. Respeto el luto de otros, pero no lo comparto. (...) Fidel Castro dividió a la familia cubana. Fue muy bondadoso con los suyos y brutal con los que lo criticaban", afirmó el activista e ingeniero.
Ávila añadió que "una nación es más afortunada cuando la gloria se reparte entre varios de sus hijos y no sólo en una personas", en alusión a Fidel Castro.
"Lo que pasó esta semana fue una muestra extrema del culto a la personalidad", afirmó Ávila, quien radica en La Habana.
En el otro extremo de la isla, donde concluyó el cortejo fúnebre con un acto especial en la noche del sábado y el entierro muy temprano el domingo, también se mezclaron las reacciones entre partidarios y detractores del castrismo.
Mientras la televisión cubana mostraba imágenes de una multitud de jóvenes con lágrimas en los ojos tratando de entrar al cementerio de Santa Ifigenia, José Daniel Ferrer, coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), resaltó las molestias que las exequias provocaron en su ciudad.
"Fue toda una semana en la que los actos de despedida del dictador provocaron molestias y malestar entre los cubanos", afirmó el disidente a BBC Mundo.
Ferrer señaló, a modo de ejemplo, que fue la semana en la que más se vendió el denominado "paquete", que es una memoria portátil con series de televisión y películas.
"La televisión cubana pasó durante toda la semana programas sobre Fidel Castro y nosotros queríamos ver otro cosa", manifestó.
Más allá de lo anecdótico, Ferrer denunció que varios disidentes fueron detenidos durante la semana y liberados este domingo, después de que concluyeran los actos oficiales.
"Los que fueron al cementerio y al acto del sábado fueron estudiantes y trabajadores, como siempre, porque su inasistencia puede comprometer su futuro académico o laboral", señaló.
Otro detalle indicado por Ferrer es que muchos jóvenes cubanos tuvieron que buscar ron en el mercado negro, porque su venta y consumo estuvo prohibido desde el fin de semana pasado por el duelo nacional.
Unpacu publicó un video con varias voces de cubanos en los que se escuchan frases como "Fidel Castro no es el pueblo", "dividió a los cubanos" e "hizo infelices a millones de personas".
Yoani Sánchez es otra de las figuras públicas en Cuba que se abstuvo de participar en los actos de despedida oficiales al líder cubano.
Al contrario, la bloguera criticó que las cenizas de Castro sean depositadas cerca del mausoleo de José Martí en Santiago de Cuba.
Sánchez, en su medio digital 14yMedio, afirmó que el hecho de que Castro esté junto al "apóstol" es "una ofensa" y "hasta una provocación".
"La figura de Martí es ecuménica, mientras la de Fidel es parcializada y, para muchos, contrapuesta a aquella", escribió.
Una reacción más sobria durante la semana de exequias de Fidel fue la de la agrupación Damas de Blanco y su llamada "tregua".
"No nos alegramos de la muerte de un hombre, de un ser humano, de lo que sí nos alegramos es de la muerte de los dictadores", afirmó la representante del grupo Berta Soler.
Damas de Blanco declaró una "tregua" y no salió a realizar su tradicional marcha por las calles de La Habana el domingo posterior a la muerte de Fidel Castro.
Así como la muerte de Castro provocó diferentes reacciones, son muy distintos los cálculos sobre lo que se viene en el futuro para Cuba entre los disidentes.
Por ejemplo, el grupo de comunicadores y activistas de derechos humanos Hablemos Press teme que la represión a las voces críticas en el interior de Cuba se pueda endurecer.
"La situación de represión tras la muerte de Fidel ha continuado, los agentes de la policía secreta han tocado la puerta de periodistas y activistas para amenazarlos, para que no salgan, de lo contrario serán arrestados", sostuvo Roberto de Jesús Pérez, del grupo Hablemos Press.
El comunicador indicó a la agencia de noticias EFE que "quedan en el poder un grupo de militares del castrismo que se quiere perpetuar en el poder.
"Los pocos opositores y activistas continuarán sus actividades y los militares reprimirán a toda costa sus actos", vaticinó.
En cambio, para Eliécer Ávila, de Somos Más, la desaparición física de Fidel Castro representa una oportunidad.
"Ojalá los cubanos seamos más racionales y más pragmáticos de ahora en adelante. Es hora de dejar atrás el mito de todo lo que representó Fidel y mirar adelante", indicó Ávila.