Uruguay es uno solo a pesar de nuestras diferencias: el conciliador discurso de Yamandú Orsi tras ganar las elecciones presidenciales
Yamandú Orsi aseguró la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Uruguay, marcando el regreso al poder del Frente Amplio, que gobernó el país entre 2005 y 2020.
El político de izquierda y exprofesor de Historia recibe un país cuyas principales preocupaciones son el alto costo de vida, la desigualdad y el aumento de crímenes violentos.
El presidente electo tiene ahora el desafío de cumplir sus promesas de impulsar el crecimiento económico y atacar la desigualdad, sin contar con mayoría en la Cámara de Diputados.
Varios analistas anticipan que se verá presionado tanto por sindicatos como por grupos empresariales, pero señalan que él viene de una escuela de “negociadores”.
Y eso fue precisamente lo que abordó en su discurso de victoria frente a miles de simpatizantes en Montevideo, expresando buena voluntad hacia los partidos opositores y buscando el intercambio de ideas para llevar el país hacia adelante.
Estas fueron sus palabras:
"Esta noche sin duda es de muchísimos agradecimientos. Agradecimientos a todos y todas que han hecho de esta campaña, una campaña ejemplar en la que logramos nada menos que el triunfo.
Un triunfo que empezó ya en octubre, cuando la ciudadanía resolvió la integración de nuestro Parlamento.
Un agradecimiento a todos aquellos y aquellas que llevaron nuestra propuesta, repartieron listas, estuvieron en los locales de votación hasta última hora, que deben estar allí todavía para mandar los resultados a la corte electoral.
Un agradecimiento enorme a todos aquellos y aquellas que nos esperaron en cada rincón del país. Desde Bella Unión a Rocha, desde Colonia a Río Branco, desde Pueblo Ansina a Punta del Este, desde San Ramón a Treinta y Tres. En cada uno de esos rincones recibimos el apoyo y el afecto. Recibimos el empuje y la esperanza para poder seguir caminando hasta el día de hoy.
Muchas gracias también a todos aquellos que hicieron de la militancia política un ejemplo, a nivel regional y continental.
Seamos conscientes que hace ya 40 años, como nunca antes, habíamos tenido una democracia de manera ininterrumpida, donde cada 5 años vamos a las urnas a resolver el futuro de nuestro país de manera democrática y en libertad.
Y cuando me refiero a todos los militantes que hicieron esto, me refiero a aquellos que abrazan otras ideas, que abrazan otras banderas. Porque ellos también son constructores de esta democracia.
Porque este país es un ejemplo de acumulación positiva. Donde ladrillo tras ladrillo se va construyendo un país donde tenemos por supuesto diferencias en nuestro pensamiento pero jamás tiene que haber un lugar ni para el agravio ni para la descalificación.
Y es por eso que triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad, también de la fraternidad, que es la solidaridad y el respeto por los demás.
Entendamos, hay otra parte de nuestro pueblo, que como nosotros hace un tiempo hoy están con otro sentimiento. Esa gente también nos tendrá que ayudar a construir un país cada vez mejor. A ellos también los precisamos.
Y el mensaje no puede ser otro: que sigan abrazando las banderas, las ideas. Porque a partir del debate de ideas se construye una sociedad mejor, un país mejor y, por sobre todas las cosas, una república democrática con futuro. No hay futuro si le ponemos un muro a las ideas.
Porque esto es así. Cuando nos planteaban, recuerdo, qué se sentía sufrir una derrota -nos pasó hace unos años- yo decía una y otra vez, más de una vez sufrimos derrotas.
La que no podemos sufrir jamás es aquella que coarta las libertades, la que suspende la democracia. Esa es la que nunca podemos aceptar. Y la que pretende llevarse puesta los partidos políticos. Larga vida a los partidos políticos del Uruguay. Larga vida a nuestro sistema republicano democrático.
Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez para encontrar las mejores soluciones, por supuesto con nuestros planteos, pero también escuchando lo que dicen los demás.
Voy a ser el presidente que construya una sociedad más integrada, un país más integrado donde, además, a pesar incluso de las diferencias, jamás nadie podrá quedarse atrás desde el punto de vista económico, social y también político.
Y tendrá que ser este también un país que camine hacia el desarrollo, hacia la prosperidad.
Y seré también el presidente del crecimiento nacional, el presidente del crecimiento del país, del país que avance y a eso les invito a todos y a todas.
Abracemos con fuerza la idea de que Uruguay es uno solo a pesar de nuestras diferencias territoriales.
Quiero saluda a cada uno de los militantes que están ahí en las localidades pequeñas, en el interior profundo y en mi querido Canelones a quien tanto quiero.
Esos son mis compromisos, los del trabajo para integrarnos, para dialogar y crecer.
Y siempre dije, 'No son tiempos de promesas', pero me comprometo a una sola: a partir de mañana vamos a trabajar mucho, vamos a laburar muchísimo todos los días y no aflojar jamás, para la construcción del Uruguay donde nadie se sienta relegado. Eso nos enseñaron nuestros referentes.
Y vaya un reconocimiento al general, a Tabaré, a Danilo, al queridísimo Mariano que por allá estará en alguna placita de Montevideo. Vaya mi reconocimiento a Pepe, a Lucía. Al queridísimo Marcos que está allí mirándonos.
“Aprendí muchísimo. Seguiré aprendiendo, eso es lo que sé hacer, escuchar mucho, decidirnos y trabajar fuerte por un Uruguay mejor. Los invito a todos muchísimas gracias por todo este esfuerzo. Saludos, compatriotas. Gracias”.