Uruguay continúa con problemas de agua a más de un mes de emergencia por la sequía

El 19 de junio, Uruguay se declaró en crisis por una sequía cuya causa se atribuyó a los efectos del Fenómeno de El Niño. Durante todo julio, las reservas de agua potable han estado en niveles críticos: la represa de Paso Severino, la principal fuente de agua para Montevideo, llegó a cargar tres millones de metros cúbicos de agua cuando tiene una capacidad de 67 millones.

Sin embargo, las lluvias de la semana pasada y un nuevo proyecto para extraer agua de ríos cercanos podrían ayudar a la escasez.

Las lluvias de la semana del 17 de julio aumentaron el caudal de las reservas de Paso Severino a ocho millones de metros cúbicos. Gracias a eso, los niveles de cloruro y sodio, que aumentaron después de que el gobierno ordenara mezclar el agua dulce con agua salada, disminuyeron.

Sin embargo, esto solo abastecería unos 10 a 12 días de agua, por lo que el tiempo se está terminando, según estimaciones.

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Un proyecto a mediano plazo

Un proyecto estaba previsto que finalice la última semana de julio, el cual conectaría la cuenca San José con la de Santa Lucía, una de las principales de la capital. Con este proyecto de la empresa Obras Sanitarias del Estado (OBS) se podría abastecer el 40% de la demanda total de Montevideo.

Sin embargo, los niveles de salinidad del agua potable no parecen disminuir, como explicó el 25 de julio un comunicado presidencial en Twitter. Por esto, como comenta María Eugenia Scognamiglio, del diario El Observador, esta es una solución a mediano plazo.

¿Cuánto ha cambiado la sequía la vida diaria?

Con la sequía vino la necesidad de abastecer instituciones públicas, como hospitales y escuelas. Scognamiglio comenta que lo primero que se realizó, cuando la OMS calificó de imbebible el agua potable en Uruguay, fue comenzar a cavar pozos para acceder a las fuentes de agua subterránea.

En cuanto a la vida del día a día, al menos para la clase media, comenta Scognamiglio, la situación se ha mantenido parecida: casi sin líquido vital. El agua de los grifos sale salada, por lo que es imposible usarla para cocinar. Prácticamente todos han recurrido al agua embotellada que cuesta 1,50 dólares.

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Esto ha "aumentado el costo de vivir", pero no de manera "desproporcional", comenta Scognamiglio.

En junio, el Parlamento aprobó la exoneración del IVA para que el agua embotellada pase de 2,12 a 1,50 dólares.

La falta de agua también provoca otros problemas más superficiales, como la resequedad de la piel y la propagación de alergias debido a bañarse constantemente con agua salada, comenta Paccha Turner, residente de Montevideo.

Los más afectados

Aunque la clase media puede comprar agua embotellada, los más afectados han sido las clases sociales bajas. Según El Observador, las personas de bajos recursos usaban el agua de grifo con más frecuencia para cocinar y beber.

El Gobierno y la Intendencia de Montevideo realizaron una medida focalizada para ayudar a los más sensibles, una transferencia de paquetes de agua potable. Desde la alerta de sequía se han realizado tres.

Esta se realizó a todos los usuarios del Ministerio de Desarrollo Social, o sea cualquiera en una posición vulnerable. Estas fueron unas 500 000 personas dentro de la capital y sus municipios, un gran número considerando que tiene dos millones de habitantes.

¿Cuál es la solución?

El jueves 27 de julio, una planta desalinizadora de agua llegó a Montevideo gracias a Estados Unidos. Se cree que estará en funcionamiento en los próximos días, por lo que el agua con niveles altos de sodio y cloruro podrá volver a usarse.