La tensión aumenta en Ucrania a la espera del convoy humanitario ruso
La tensión aumentó el viernes cuando Kiev afirmó haber destruido parte de una columna de blindados.
Los esfuerzos diplomáticos para sofocar la tormenta internacional creada por la supuesta destrucción de blindados rusos a cargo del ejército ucraniano se intensificaban este sábado a la espera todavía de la llegada del convoy humanitario ruso al este de Ucrania, donde se registraron intensos bombardeos.
Los jefes de la diplomacia de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia mantendrán una reunión de urgencia el domingo en Berlín con la esperanza, según el alemán Frank-Walter Steinmeier, de que las conversaciones ayuden a poner fin al conflicto y a proporcionar la "urgente y necesaria ayuda" para los civiles del este de Ucrania.
La tensión aumentó el viernes cuando Kiev afirmó haber destruido parte de una columna de blindados rusos en su territorio, lo que provocó una oleada de indignación en los países occidentales. Rusia negó haber enviado tropas a Ucrania.
El presidente francés, François Hollande, reiteró este sábado su llamamiento a Rusia para que se comprometa "a respetar la integridad territorial de Ucrania".
La ofensiva del ejército ucraniano, que anunció tres muertos y 15 heridos en 24 horas, arrebató el sábado a los separatistas la ciudad de Jdanivka, situada a 45 kilómetros al noroeste de Donetsk.
En el bastión prorruso de Donetsk, donde los combates alcanzaron el centro de la ciudad, se registraron intensos disparos de artillería durante la noche del viernes y explosiones cerca de los barrios de la parte norte, constató la AFP.
En Lugansk, otro bastión de los prorrusos asediado por el ejército ucraniano, la organización de defensa de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) evocó una situación humanitaria "muy difícil". Esta ciudad se encuentra desde hace semanas sin agua, electricidad, ni red telefónica.
Esta ONG también denunció el uso de armas pesadas por parte de ambos campos en zonas habitadas, lo cual ha provocado la muerte de decenas de civiles en los últimos días.
Estados Unidos y Francia instaron a Kiev a la "moderación" para limitar el número de víctimas civiles en su ofensiva contra los separatistas prorrusos del este de Ucrania, donde murieron en cuatro meses más de 2.000 personas.
El jefe de los separatistas de Donetsk, Alexandre Zajarchenko, declaró por su parte que el bastión prorruso estaba "en una situación humanitaria muy preocupante" y acusó a Kiev de retrasar deliberadamente la llegada de ayuda humanitaria rusa.
Los alrededor de 300 camiones rusos, que transportan 1.800 toneladas de ayuda humanitaria según Moscú, continuaban estacionados a unos 30 kilómetros del paso fronterizo, en la localidad rusa de Kamensk-Shakhtinski, en donde permanecen desde el jueves.
Los periodistas de la AFP constataron varias detonaciones en el lado ucraniano de la frontera.
Los guardias fronterizos y agentes de aduana ucranianos, que ya se encuentran en territorio ruso, aún no comenzaron a inspeccionar el convoy.
Un responsable del ministerio ruso de Situaciones de Emergencias declaró que Moscú envió a las aduanas ucranianas una declaración con el contenido de los camiones.
Una reunión entre los servicios de aduana rusos y representantes ucranianos tuvo lugar durante la mañana, explicó el jefe de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la región, Paul Picard, sin brindar mayores precisiones.
Por su parte, Cruz Roja, que no participó en la reunión, afirmó que aún no había llevado a cabo ninguna inspección, ya que esperan un acuerdo entre ambas partes.
Moscú, que acusa a Kiev de querer obstaculizar su operación humanitaria, instó el sábado de nuevo a un alto el fuego para poder hacer llegar la ayuda humanitaria a las víctimas del conflicto.