La sorpresiva y súbita desaparición de un inmenso río en 4 días en Canadá
En tan solo cuatro días en mayo de 2016 desapareció súbitamente de la faz de la tierra.
El Slims es un río inmenso que se alimenta del agua del deshielo del glaciar Kaskawulsh, en el noroeste de Canadá, y que en sus partes más anchas puede extenderse hasta por 150 metros.
O, más bien, deberíamos decir era, porque
La inesperada y violenta desaparición de este curso de agua fue producto de la : un fenómeno por el que
Esto puede ocurrir a lo largo de miles de años por la erosión, movimientos de la corteza terrestre o deslizamientos de tierras.
Pero el evento en Canadá, aseguran los investigadores que hicieron el hallazgo, está ligado directamente al cambio climático, producto de la actividad humana.
CalentamientoEl , que desemboca en el Océano Pacífico.
Es decir, el agua del deshielo del glaciar creó un nuevo canal en el hielo y desvió su curso, y acabó a miles de kilómetros de su destino original.
Según señala Dan Shugar, geocientífico de la Universidad de Washington Tacoma en Estados Unidos y autor principal de la investigación,
Pueden encontrarse registros geológicos, hace millones de años, "pero no en el siglo XXI, donde esto está pasando frente a nuestras propias narices", dijo el científico.
"Fuimos a la zona con la intención de continuar con nuestras mediciones en el río Slims, pero hallamos el lecho del río más o menos seco", afirmó James Best, geólogo de la Universidad de Illinois y coautor del estudio.
Plantas y polvoTras relevar el terreno, los investigadores observaron los dramáticos cambios en el paisaje.
El Donde antes había agua,
El aire, antes límpido, se transforma de a ratos en una
Mientras tanto el , que se ha llevado sus aguas, es ahora entre
Si bien la zona aledaña al río Slims no está muy habitada, un cambio tan drástico tendrá consecuencias enormes en los ecosistemas naturales y , aseguran los científicos.
Según los investigadores, el y podremos ser testigos de piratería fluvial como consecuencia del derretimiento de los glaciares en el Kilimanjaro, en otras zonas de Canadá y Alaska, así como
El estudio fue publicado en la revista Nature Geoscience.