Siria denuncia a Israel por explosiones letales en Líbano y lo califica de crimen sangriento
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria emitió este miércoles una dura condena contra Israel por su supuesta implicación en las explosiones masivas que sacudieron Líbano recientemente.
A través de un comunicado oficial, el gobierno sirio calificó el ataque como un “crimen sangriento” y expresó su “total solidaridad” con el pueblo libanés, respaldando su derecho a una respuesta frente a las acciones que consideran una agresión deliberada.
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La agencia estatal de noticias Sana informó que las explosiones, que involucraron buscapersonas de miembros del grupo chií Hizbulá y civiles libaneses, causaron al menos 12 muertos y dejaron cerca de 3 000 heridos.
La mayoría de las víctimas presentan lesiones graves en el rostro y las manos. Según las declaraciones oficiales sirias, se trata de un ataque coordinado que tuvo como objetivo desestabilizar la región y provocar un derramamiento de sangre a gran escala.
Ciberataque y agresión mediática
El Ministerio sirio también hizo referencial a un supuesto componente cibernético en la ofensiva, señalando que Israel habría utilizado medios de comunicación y tecnología avanzada como parte de su estrategia.
Según una fuente cercana a Hezbollah citada por la agencia AFP, los beepers que estallaron pertenecían a una carga de mil dispositivos recientemente importados por el grupo terrorista proiraní, los cuales aparentemente fueron "pirateados en origen".
Charles Lister, experto del Middle East Institute (MEI), analizó grabaciones de video y sugirió que un pequeño explosivo de tipo plástico se había ocultado junto a la batería de los localizadores, permitiendo que se activara de forma remota mediante el envío de un mensaje. Esto indicaría que el Mossad, el servicio de inteligencia exterior de Israel, logró infiltrarse en la cadena de suministro.
Por su parte, el analista militar Elijah Magnier, radicado en Bruselas, destacó que los agentes israelíes podrían haberse infiltrado en el proceso de producción, incorporando un componente explosivo y un detonador que pudiera activarse a distancia sin levantar sospechas.
La acción fue descrita como “sin precedentes” y como un reflejo de las tácticas “terroristas” que, según Siria, Israel emplea para expandir el conflicto en la región.
En su comunicado, Siria llamó a la comunidad internacional a condenar la “agresión sionista” y a tomar medidas que eviten una escalada mayor de violencia. El gobierno subrayó que estas acciones solo sirven para prolongar la crisis en el Medio Oriente y afectar la estabilidad de países vecinos.
A pesar de las graves acusaciones, Israel no ha emitido un comunicado oficial sobre las explosiones, en línea con su habitual política de silencio en este tipo de situaciones. Tanto Hizbulá como el gobierno libanés señalado a Israel como responsable directo del ataque, reforzando las tensiones entre ambas naciones.