Se inició el juicio que puede sellar el destino del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva

La sesión se abrió a las 08H30 locales (10H30 GMT) en Porto Alegre (sur), sitiada por las fuerzas de seguridad ante el riesgo de enfrentamientos entre los partidarios de Lula. Foto: AFP
24 ene 2018 , 07:32
Redacción

Lula apela en libertad sentencia a nueve años y medio de cárcel, dictada el pasado julio.

Un tribunal de apelación empezó a juzgar este miércoles el recurso presentado por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva contra una condena a casi diez años de cárcel por corrupción, que puede echar por tierra sus ambiciones de volver al poder.

 

La sesión se abrió a las 08H30 locales (10H30 GMT) en Porto Alegre (sur), sitiada por las fuerzas de seguridad ante el riesgo de enfrentamientos entre los partidarios de Lula, que llegaron en masa a la ciudad, y grupos de derecha que también llamaron a manifestarse para pedir que el exmandatario (2003-2010) vaya a la cárcel.

 

Los tres jueces del Tribunal Regional Federal Nº4 (TRF4) deberían emitir su sentencia hacia fines de esta tarde.

 

En caso de confirmación de la condena, Lula, de 72 años, podría ver amenazada su participación en las elecciones presidenciales de octubre, en las cuales aparece como favorito en los sondeos.

 

Lula apela en libertad la sentencia a nueve años y medio de cárcel, dictada en julio por el juez Sergio Moro en el marco de la investigación "Lava Jato" sobre una gigantesca red de desvío de dinero en Petrobras.

 

El exmandatario esperará la sentencia en Sao Paulo, donde también se prevén actos de simpatizantes y de adversarios del político que ostenta a la vez el mayor apoyo y el mayor índice de rechazo entre los brasileños.

 

Lula prometió dar batalla hasta el final, en un mitin el martes por la noche en Porto Alegre ante miles de partidarios vestidos con el color rojo del Partido de los Trabajadores (PT) y del Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST).

 

"Solo una cosa me sacará de las calles de este país, y será el día de mi muerte. Hasta ese momento, lucharé por una sociedad más justa. Cualquiera sea el resultado del juicio, seguiré luchando por la dignidad del pueblo", afirmó.

 

Varias calles de la ciudad están empapeladas con propaganda a favor de Lula; uno de los carteles llama a sus simpatizantes a "no dejar que lo condenen, no dejar que lo capturen", junto a un retrato en primer plano y en blanco y negro del expresidente. 

 

 

Lula fue condenado por el juez Moro como beneficiario de un apartamento en el balneario paulista de Guarujá, ofrendado por la constructora OAS a cambio de contratos en la estatal Petrobras.

 

El expresidente se declara inocente. Su defensa sostiene que no existen pruebas suficientes para condenarlo y denuncia una conspiración para evitar que vuelva al poder.

 

Si el TRF4 confirma la condena, Lula podría ver su candidatura a las presidenciales de octubre rechazada por la justicia electoral y hasta ser encarcelado una vez que haya agotado los recursos.  

 

Pero existen varios escenarios, que dependen en primer lugar de los tres jueces del TRF4: una condena por unanimidad (3-0), por mayoría de 2-1 (que abre un abanico más amplio de recursos) o incluso -la menos barajada de las hipótesis- una absolución.

 

En materia electoral, una condena por corrupción tornaría a Lula "inelegible" según la legislación brasileña, aunque también caben recursos que le permitirían ganar tiempo e incluso registrarse como candidato y hacer campaña. 

 

Los mercados apuestan por una confirmación de la condena, de acuerdo con numerosos analistas.

 

La dirección del PT planea reunirse el jueves para proclamar su apoyo a una candidatura de Lula, cualquiera sea el fallo del TRF4.

 

Y el partido está dispuesto a dar combate, aunque hasta ahora no ha conseguido reponerse de los duros golpes recibidos estos últimos años: graves acusaciones de corrupción contra muchos de sus principales dirigentes y la destitución en 2016 de Dilma Rousseff, heredera de Lula, acusada por el Congreso de manipular las cuentas públicas.

 

"No trabajamos con la posibilidad de que Lula vaya a la cárcel" y en caso de un fallo condenatorio, "vamos a luchar en las calles y alzar el tono, porque pensamos que la democracia está en riesgo", dijo a la AFP la presidenta de PT, Gleisi Hoffmann.

 

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