RSF "horrorizada" por la decapitación de un reportero estadounidense en Siria
La organización señaló que se trata del primer periodista extranjero asesinado por el EI.
La organización (RSF) se mostró hoy "horrorizada" por la decapitación del reportero estadounidense James Foley por el Estado Islámico (EI) en Siria, al tiempo que acusó a esta organización de "llevar al extremo su industria sanguinaria de los rehenes".
RSF recordó en un comunicado que las autoridades de Estados Unidos están autentificando el vídeo en el que aparece la decapitación del periodista.
La organización señaló que se trata del primer periodista extranjero asesinado por el EI, que ha matado ya a periodistas sirios.
El secretario general de RSF, Christophe Deloire, indicó que Foley "no trabajaba para el Gobierno estadounidense", sino que se trataba "de un reportero experimentado movido solamente por el interés de la información y no de su nacionalidad".
"Expresamos nuestras sinceras condolencias a su familia, su madre, su padre, que conocemos, y a sus amigos", afirmó Deloire, quien recordó que Foley trabajó conjuntamente con RSF para apoyar a la familia de un fotógrafo asesinado en Libia.
La organización defensora de la libertad de prensa indicó que Foley era un reportero experimentado, de 40 años, que había sido secuestrado el 22 de noviembre de 2012 en el norte de Siria, cerca de la ciudad de Taftanaz.
Con anterioridad había cubierto el conflicto de Libia en 2011, antes de informar sobre el levantamiento popular en siria contra el régimen de Bachar al Asad para la web estadounidense GlobalPost y la agencia France Presee, entre otros medios.
RSF recordó que otros tres periodistas extranjeros siguen secuestrados en Siria, mientras que no hay noticias de otros cuatro.
Entre los secuestrados está el también estadounidense Steven Sotloff, que en el vídeo de la decapitación de Foley el EI amenaza con asesinar si EEUU continúa sus ataques en Irak.
La organización indicó también que una veintena de reporteros sirios están en manos de grupos armados, además de una treintena de profesionales de la información que permanecen detenidos por las autoridades de Damasco pese a la amnistía anunciada por Bachar al Asad en junio pasado.
Desde que en marzo de 2011 comenzó el conflicto sirio, 39 periodistas han sido asesinados en el país mientras ejercían sus funciones, doce de ellos extranjeros.