Resultados en Nicaragua dan a Ortega una aplastante victoria en unas elecciones que EEUU calificó de pantomima
De acuerdo al Consejo Supremo Electoral de Nicaragua (CSE), con más del 97% de las actas escrutadas, el partido del actual presidente Daniel Ortega, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtuvo un 75,92% de apoyo.
Tras la detención de los principales líderes opositores en los últimos meses, estos comicios estuvieron marcados por la ausencia de candidatos con posibilidad de arrebatarle la presidencia a Ortega.
Estados Unidos calificó de "pantomima" unos comicios que generaron el rechazo de gran parte de la comunidad internacioal y regional.
Así, la verdadera incógnita de esta jornada electoral estaba relacionada con el nivel de participación tras el llamado de la oposición a boicotear los comicios.
Según el CSE, la participación alcanzó el 65,23%, si bien ese dato contrastó con las imágenes difundidas de algunos centros vacíos y las cifras de abstencionismo de otras fuentes no ligadas al gobierno, informó el corresponsal para Centroamérica de BBC Mundo, Marcos González.
Ortega dijo en un discurso dirigido a la nación el domingo que "solo el voto puede derrotar a los conspiradores que no quieren la paz y han sembrado de odio y muerte el país".
"Estamos realizando estas elecciones (…) donde hay que decidirse por el terrorismo, la confrontación, la guerra, o la paz", afirmó el mandatario de 75 años que busca su quinto mandato presidencial y cuarto consecutivo.
Berta Valle, esposa de Félix Maradiaga, uno de los líderes opositores presos, sostiene que la votación de este domingo fue "una farsa electoral" para "legitimar una dictadura".
"Mis candidatos están presos injustamente por haber defendido su derecho ciudadano de elegir y ser electos, entonces para nosotros este proceso electoral tiene que ser desconocido", dijo Valle a BBC Mundo.
Reacción internacional
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado este domingo en el que calificó la elección de "pantomima que no fue ni libre ni justa, y desde luego no democrática".
En la misma línea, el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, leyó una declaración este lunes subrayando que el proceso electoral se celebró "sin garantías", que carece de "legitimidad" y completan la conversión del país en un "régimen autocrático".
"Por su carencia de condiciones y garantías democráticas, no reconocemos las elecciones en Nicaragua", tuiteó por su parte el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
Costa Rica es el país vecino y el que más población nicaragüense ha recibido por la crisis política destada sobre todo a partir de las protestas de 2018, violentamente reprimidas por el gobierno.
En la vereda de apoyo al izquierdista Ortega se situaron líderes como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien sí celebró los resultados preliminares de estos comicios, resaltando "la gran jornada de participación popular y pacífica".
"Los hijos e hijas de Sandino votan por la Paz, la estabilidad y la prosperidad de su Patria", escribió Maduro en su cuenta de Twitter.
De la misma manera, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, indicó en una rueda de prensa que, según los observadores rusos, "los comicios se celebraron de forma organizada y con el cumplimiento de la legislación nicaragüense, las reglas epidémicas impuestas por la covid-19 y una significativa participación ciudadana".
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, también se sumó a los reconocimientos.
"Saludamos al digno pueblo de Nicaragua que en una demostración de coraje y madurez democrática eligió al hermano Daniel Ortega como presidente constitucional pese a la campaña de mentiras, chantaje y amenazas de EEUU. El triunfo de Ortega es la derrota del intervencionismo yanqui", dijo por Twitter.
Nula sorpresa en los resultados
Por Marcos González Díaz, corresponsal de Centroamérica de BBC News Mundo
Los resultados de las elecciones de Nicaragua son cualquier cosa menos sorprendentes.
Ante la ausencia de los principales aspirantes a candidatos a la presidencia, la reelección de Ortega no tenía discusión y ya desde primera hora de la noche se podía ver a algunos de sus seguidores celebrar la victoria del Frente Sandinista de manera anticipada.
Aunque más que conocer el ganador, había mayor interés en conocer el porcentaje de participación después del llamado de la oposición a que la población no acudiera a votar.
El resultado provisional apunta a un 65%, lo que contrasta con las imágenes de poca afluencia de votantes que se vieron en algunos centros y el dato de la organización Urnas Abiertas, que situó la abstención en torno al 80% en base a los cálculos de sus cientos de observadores repartidos por el país.
Pero la mayor incógnita es más bien saber lo que ocurrirá a partir de ahora: cuál será la postura específica de gobiernos y organismos internacionales ante el cuarto mandato consecutivo de Ortega y si algo cambiará realmente tras las duras críticas que le han dedicado a este proceso electoral.
BBC Mundo, como tantos otros medios internacionales, no recibió autorización del gobierno de Nicaragua para ingresar al país para realizar la cobertura de las elecciones y le fue denegada la entrada en la frontera con Costa Rica.
Pese a ello, y en consonancia con el discurso del presidente Ortega, los medios oficialistas se pasaron el domingo acusando al resto de la prensa de publicar fake news (noticias falsas) y de escribir sobre el país sin estar allí físicamente. Como si hubiera sido elección de dichos medios.
Participación
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban llamados a las urnas para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano.
Las autoridades del país aseguraron que la jornada, que calificaron de "fiesta cívica", transcurrió con tranquilidad y sin incidentes. Medios oficialistas aseguraron que la afluencia de votantes fue constante durante todo el domingo.
Sin embargo, medios como La Prensa de Nicaragua mostraron imágenes de centros de votación prácticamente vacíos y aseguraron que simpatizantes sandinistas dispusieron de camionetas para movilizar a votantes y ocultar el abstencionismo.
La oposición excluida de participar en las elecciones y nicaragüenses en el exilio lanzaron campañas pidiendo no votar "para no legitimar a la dictadura Ortega-Murillo", así como no salir de sus casas y mantener las calles de Nicaragua vacías. Rosario Murillo es la esposa de Ortega y vicepresidenta.
Sin observadores independientes
Lo cierto es que no fue fácil documentar el transcurso de la jornada electoral debido a que no se permitió el ingreso de prensa extranjera a Nicaragua ni la llegada de observadores internacionales independientes. En su lugar, el gobierno invitó a dos centenares de "acompañantes electorales" de distintos países.
"(Voto) para ratificar el proyecto de los pobres, el proyecto del Frente Sandinista, y para que continúen más victorias para nuestro pueblo, que se lo merece", le dijo Laura Valdez, una ciudadana nicaragüense, a la agencia Reuters en Managua.
"Las elecciones son un circo electoral, ya tienen todo tramado. Pero Nicaragua se levantará como el ave fénix del polvo", dijo en cambio María Matute, una nicaragüense que vive en Costa Rica como otros miles de compatriotas y que participó en una marcha de protesta en San José este domingo, a la que asistió BBC Mundo.
Ortega y Murillo, candidata a repetir como vicepresidenta, ejercieron su derecho al voto en Managua entre aplausos de simpatizantes y sin usar cubrebocas.
A continuación, ofrecieron un discurso en el que el mandatario volvió a calificar de "intento de golpe terrorista" las protestas contra su gobierno en abril de 2018, atacó a los opositores y criticó las sanciones de Estados Unidos.
"Se vistan como se vistan, son demonios que optan por la violencia, la destrucción y las campañas para que Nicaragua se vea envuelta de nuevo en enfrentamientos violentos y guerra", aseguró.
El presidente estadounidense, Joe Biden, hizo por su parte un llamado "al régimen de Ortega-Murillo para que tome medidas inmediatas para restaurar la democracia en Nicaragua y para que libere inmediata e incondicionalmente a los encarcelados injustamente".
Hasta entonces, Estados Unidos "utilizará todas las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para apoyar al pueblo de Nicaragua y responsabilizar al gobierno de Ortega-Murillo y a quienes facilitan sus abusos", agregó.
Sin líderes de oposición
Ortega compitió por la presidencia con cinco candidatos desconocidos. Algunos de ellos son señalados de ser colaboradores del gobierno.
Los sietes aspirantes a candidatos presidenciales con más posibilidades fueron arrestados o encarcelados en los últimos meses, acusados de cargos como "traición a la patria", conspiración contra la "integridad nacional" o lavado de dinero.
Ortega justificó en junio la ola de detenciones de opositores argumentando que eran "criminales" que quieren derribar a su gobierno.
"Independientemente del pensamiento político o religioso de cada quien, tienen ahí diferentes partidos donde escoger para colocar su voto. Y de esa forma estamos enterrando la guerra y dándole vida a la paz", dijo Ortega este domingo.
Una encuesta de CID-Gallup realizada a mediados de octubre reveló que, de haberse permitido presentarse a los líderes opositores, solo un 17% habría votado por Ortega frente a un 65% que hubiera apoyado a alguno de los candidatos de oposición.