Rescatan a 17 colombianas explotadas sexualmente en España
A las víctimas les aplicaban prácticas de brujería como el denominado “baño llamaclientes”
En Zaragoza, España, en una operación de la Policía Nacional de este país y la colaboración de INTERPOL. Las víctimas eran objeto de continuas vejaciones e insultos por parte de los explotadores y, además, eran amenazadas a través de rituales de santería y brujería. , que consistía en derramar por el cuerpo diversos líquidos con el objetivo de incrementar el número de clientes.
La red criminal “familiar” también se dedicaba al tráfico de drogas. Los líderes de la organización publicaban anuncios en internet en los que ofrecían la opción de adquirir y consumir cocaína durante los encuentros sexuales con las mujeres, lo que denominaban “Fiesta Blanca”. Hay diez personas detenidas y se han realizado siete registros en la capital aragonesa.
La investigación se inició gracias a una información anónima. Tras varias gestiones, los agentes confirmaron la existencia de una organización criminal, que llevaba activa varios años en esta ciudad, compuesta por un clan familiar que extendía sus tentáculos desde Colombia hasta España, donde estaba asentada gran parte de la organización.
Todas las víctimas, mujeres colombianas que se encontraban en una situación muy precaria en su país, eran captadas por el clan familiar que les ofrecía mejorar su situación viajando a España para ejercer la prostitución. Las mujeres eran obligadas a ceder a la organización un 40% de cada servicio sexual realizado; y con el 60% restante tenían que hacer frente a gastos de alojamiento, manutención y a la deuda contraída, que ascendía a más de 3000 euros.
El operativo policial finalizó con la entrada y registro de siete domicilios en Zaragoza. Cuatro de esas viviendas se correspondían con los pisos de citas donde explotaban a las mujeres y tres eran domicilios particulares donde residían habitualmente los principales investigados. Además de las 17 mujeres liberadas y los , los agentes incautaron 14.000 euros en efectivo, tarjetas bancarias, varios teléfonos móviles, sustancias estupefacientes y útiles para la preparación de dosis.
A los componentes de la red se les imputan delitos de trata de seres humanos, tráfico ilegal de personas, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.