El planeta celebra confinado un 1 de Mayo inédito
El Día Internacional del Trabajo transcurrirá sin concentraciones este año.
El planeta celebra confinado este viernes el Primero de Mayo sin ninguna manifestación prevista, pese a las primeras medidas de desconfinamiento en Europa, donde el coronavirus está causando un desastre económico sin precedentes, al igual que en Estados Unidos.
En este país, donde más de 2.000 personas han muerto en las últimas 24 horas por la COVID-19, según un recuento del jueves por la noche, el presidente Donald Trump ha vuelto a amenazar a China. La considera responsable del brote de la enfermedad y está valorando imponerle tasas aduaneras como sanción porque está seguro -dice- de que el nuevo coronavirus salió de un laboratorio chino.
El Día Internacional del Trabajo, festivo en muchos países (con excepciones como Estados Unidos, Canadá o Australia) transcurrirá sin concentraciones, por primera vez en la historia de los sindicatos.
Estos últimos sin embargo llamaron a otras formas de movilización, virtuales en las redes sociales o "encaramados" a los balcones y fachadas de edificios con pancartas o banderolas.
Intentan recordar la importancia de los "invisibles de nuestras sociedades", los sanitarios o cajeras, que "siguen trabajando con frecuencia arriesgando sus vidas", según varios sindicatos franceses.
Otros quisieran trabajar. En Estados Unidos, más de 30 millones de personas han solicitado un subsidio de desempleo desde mediados de marzo, un récord histórico.
Varias empresas han comenzado a publicar resultados, como Amazon, el gigante de venta en línea, que predice que no tendrá ganancias en el próximo trimestre. Boeing, golpeado por el cese de los viajes internacionales, ha anunciado el lanzamiento de una oferta de bonos de 25.000 millones de dólares.
En Europa, la crisis económica sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial aún no ha provocado una explosión de despidos pero millones de personas están en desempleo parcial.
Una letanía de cifras confirmó las previsiones más sombrías del continente, cuyas principales bolsas terminaron en rojo. Francia registró un desplome del 5,8% en su Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre, España un 5,2%, Italia un 4,7% y Alemania un aumento del 13,2% en el número de desempleados.
En la zona euro, la actividad cayó 3,8%, según el instituto Eurostat, que advierte que el segundo trimestre será peor.
El Banco Central Europeo (BCE), el eterno salvador de la Eurozona, afirma estar "preparado" para reforzar su arsenal.
Del otro lado del Atlántico, México, la segunda economía latinoamericana después de Brasil, se contrajo un 2,4% en el primer trimestre. Colombia, la cuarta después de Argentina, informó de la mayor tasa de desempleo de la década: 13,4%.
El precio humano de la pandemia también es preocupante. Hasta ahora han muerto al menos 230.000 personas en todo el mundo desde la aparición del nuevo coronavirus en China en diciembre, según un saldo de la AFP a partir de fuentes oficiales.
Estados Unidos es, con mucho, el país más afectado, con más de un millón de casos registrados y casi 63.000 muertos. Pero Europa pagó el precio más alto, con 27.967 muertes en Italia, 26.711 en el Reino Unido, 24.543 en España y 24.376 en Francia. Rusia, donde el primer ministro Mijaíl Mishustin, ha anunciado que dio positivo por coronavirus, ya superó los 1.000 fallecidos.
América Latina y el Caribe registró más 10.000 muertos, con Brasil a la cabeza con 5.017, seguido de México (1.569), Perú (943), y Ecuador (883), mientras empieza a suavizar las medidas en busca de la "nueva normalidad".
Un desconfinamiento que el Reino Unido, que ha alcanzado el pico de la pandemia, expondrá la próxima semana, siguiendo a otros países europeos.
Basándose en su éxito en la lucha contra la pandemia, Alemania ha adoptado un catálogo de nuevas medidas para el desconfinamiento.
Las iglesias y mezquitas podrán reabrir, al igual que los museos, las salas de exposiciones, los zoológicos y los monumentos conmemorativos. Sin embargo, las cafeterías y restaurantes permanecen cerrados, al menos hasta el 6 de mayo, y la canciller Angela Merkel ha indicado que una apertura de las fronteras con los países europeos "no está en el orden del día" dado el riesgo de una segunda ola.
Es la razón por la que Italia no reabrirá los colegios. España tampoco, salvo excepciones, a diferencia de Francia u otros países europeos. En Portugal, donde el gobierno anunció un plan de desconfinamiento gradual, sólo los centros de secundaria reabrirán el 18 de mayo. El campeonato de fútbol podría reanudarse el último fin de semana de mayo.
No será el caso en Francia, donde la temporada se dio por terminada el jueves, con el Paris Saint-Germain como campeón.
El fútbol también podría volver a los estadios, a puerta cerrada, en Alemania o España. Se desconoce si lo hará en Italia.
También se paró en Brasil, donde el confinamiento fue prolongado en Río de Janeiro hasta el 11 de mayo, una decisión tomada en contra de la opinión del presidente Jair Bolsonaro, quien defiende la reanudación de la actividad económica a toda costa.
El estado de emergencia sanitaria se extenderá en Japón más allá del 6 de mayo, ha insinuado el primer ministro Shinzo Abe.
La vecina Corea del Sur, sin embargo, anunció que no ha registrado ningún nuevo caso de contagio por primera vez desde que la enfermedad apareció en el país.
Un éxito aplaudido por el secretario general de la ONU Antonio Guterres, que lo puso de ejemplo por haber combatido al mismo tiempo la COVID-19 y el cambio climático. Se refiere al "pacto verde" presentado por el país para su reconstrucción económica.