Pedro Castillo | 6 presidentes en 4 años: por qué Perú es tan difícil de gobernar
Perú se sumió este miércoles en un caos político tras la decisión del ya expresidente Pedro Castillo de disolver el Congreso y de instaurar "un gobierno de excepción" que, según aseguró, gobernaría a través de decretos ley hasta que un nuevo Parlamento con poderes constituyentes elaborara una nueva Constitución.
El anuncio del mandatario fue inmediatamente respondido con acusaciones de que estaba dando un "golpe de Estado".
La decisión de Castillo fue cuestionada no solamente por la oposición, sino también por otras autoridades del Estado -incluyendo la Policía y las Fuerzas Armadas- y generó una ola de renuncias de altos funcionarios, entre los que se encuentran varios ministros y embajadores.
Mientras tanto, los miembros del Congreso adelantaron unas horas la sesión que tenían prevista para debatir y votar una moción de vacancia contra Castillo que, finalmente, terminó en su destitución del cargo.
Tras su anuncio de este miércoles, Castillo se presentó después ante la prefectura de la policía en Lima, donde fue arrestado.
"El Ministerio Público dirigió esta tarde la detención de Pedro Castillo Terrones por el presunto delito de rebelión, regulado en el artículo 346 del Código Penal, por quebrantar el orden constitucional", comunicó la Fiscalía.
Poco después, la hasta ahora vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte, asumió como la primera mujer en asumir la presidencia del país sudamericano.
Aquí te ofrecemos tres claves para entender lo que ocurrió en una jornada de caos.
1. ¿Cómo se llegó hasta aquí?
Castillo asumió la presidencia en julio de 2021. Desde entonces vivió varias crisis de gobierno que le obligaron a reemplazar su cartera de ministros en más de una ocasión.
La sesión de este miércoles era el tercer intento de la oposición en el Congreso de sacarlo del poder declarando su vacancia del cargo por "permanente incapacidad moral" para gobernar.
El día antes, Castillo acusó a la oposición de querer "dinamitar la democracia" y volvió a declararse inocente de las acusaciones de corrupción en su contra.
La convocatoria del Congreso para discutir la destitución de Castillo, que estaba prevista antes de la declaración del gobierno de excepción, se basaba en la supuesta incompetencia del mandatario para gobernar pues en año y medio de gestión había nombrado cinco gabinetes y unos 80 ministros.
Sobre el mandatario pesan varias acusaciones de corrupción que involucran a miembros de su familia, pero que -en algunos casos- también le tocan directamente. De hecho, en octubre pasado, la fiscalía presentó una denuncia constitucional contra el mandatario, a quien señala por supuestamente liderar "una organización criminal" para enriquecerse con contratos del Estado y obstruir las investigaciones.
Sin embargo, durante la sesión de este miércoles para destituirle, poco después del anuncio de Castillo de disolver el Congreso e instaurar un gobierno de excepción, el argumento más mencionado por los parlamentarios para votar en su contra era la necesidad de preservar la democracia y el Estado de Derecho.
Para la destitución de Castillo era necesario el voto de dos tercios de los 130 miembros del Congreso, unos 87 parlamentarios, y fue aprobada con el respaldo de una holgada mayoría de 101.
Tras la declaración de vacancia, le correspondió a la vicepresidenta, Dina Boluarte, asumir la presidencia del país hasta concluir el periodo presidencial en julio de 2026.
Boluarte fue compañera de fórmula electoral de Castillo, postulada por el partido Perú Libre, y ocupó el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social hasta el 25 de noviembre.
Cuando Castillo anunció este miércoles su decisión de disolver el Congreso, Boluarte se distanció públicamente de él, señalando que se trataba de un quiebre del orden constitucional.
2. Seis presidentes en 4 años
Con la caída de Pedro Castillo y el ascenso de Dina Boluarte, Perú suma ya seis presidentes de la República desde 2018. En marzo de ese año, se produjo la renuncia del mandatario Pedro Pablo Kuczynski, quien había sido electo en los comicios de 2016 y optó por renunciar al cargo antes de que el Congreso procediera a realizar una votación -que el mandatario tenía perdida- para destituirle.
Kuczynski fue sustituido por su entonces vicepresidente Martín Vizcarra, quien fue removido del cargo por el Parlamento en 2020.
Tanto Kuczynski como Vizcarra están siendo investigados por la Fiscalía, pero hasta ahora no hay procesos judiciales en su contra.
Vizcarra fue sustituido por el congresista Manuel Merino, quien renunció al cargo cinco días después de asumir la presidencia. En su lugar, el Congreso juramentó a Francisco Sagasti, quien gobernó el país hasta la elección de Castillo.
Analistas señalan que, más allá de los posibles casos de corrupción en los que presuntamente puedan estar involucrados estos exmandatarios, los recurrentes cambios en la presidencia del país se explican también por la fragmentación política y por el diseño institucional del país que facilita que tanto Congreso como el Presidente puedan anular las facultades del otro poder.
"Lo sucedido hoy es el final de la permanente rivalidad entre Pedro Castillo y el Congreso de Perú. Es un ejemplo más del difícil equilibrio y el pulso permanente al que aboca a estas dos instituciones el diseño constitucional actual de Perú", dice Guillermo Olmo, corresponsal de BBC Mundo en Perú.
"En los últimos años ya hemos visto como muchos presidentes, con los Congresos con los que les tocó convivir tenían una relación en la que uno y otro están permanentemente apuntándose. El Congreso cuenta con el mecanismo de la vacancia y el presidente cuenta con el mecanismo del cierre del Congreso. Esto hace que la gobernabilidad del país sea muy difícil", agrega.
3. ¿Qué puede pasar ahora con Castillo y con la nueva presidenta?
Castillo se presentó la tarde de este miércoles ante la prefectura de la Policía Nacional de Perú (PNP), donde fue puesto bajo custodia acusado de rebelión.
Antes de la detención de Castillo, el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Morales, le acusó de estar violando "flagrantemente" la Constitución del país y anunció que formularía una denuncia penal contra el ahora exmandatario.
Por otra parte, el canciller de México, Marcelo Ebrard, dijo que su país podría recibir a Castillo si éste lo solicita. "Tenemos una política favorable al asilo, si lo pide no debiéramos oponerlo, pero no lo ha hecho", señaló a la prensa.
En cuanto a la nueva presidenta, Dina Boluarte, durante su discurso de investidura hizo un llamamiento a las fuerzas políticas del país para impulsar el diálogo y el entendimiento.
"Solicito una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional. Esta alta responsabilidad debe ser asumida por todas y por todos", aseguró.
"Nos corresponde conversar, dialogar, ponernos de acuerdo, algo tan sencillo como impracticable en los últimos meses. Convoco por ello a un amplio proceso de dialogo entre todas las fuerzas políticas representadas o no en el Congreso", agregó.
El corresponsal de BBC Mundo en Perú, Guillermo Olmo, destaca que, por lo pronto, lo ocurrido este miércoles puso fin a la presidencia de Castillo, pero no es el final de la crisis política en Perú.
"Esto supone el final de la presidencia de Castillo, pero no el final de la crisis política en Perú. El Congreso sigue muy dividido y, según las encuestas, es tan impopular como el ya expresidente. Y no se atisba un acuerdo que vaya más allá del hecho de que había que sacar a Castillo. No está claro que haya consenso sobre qué gobierno y qué programa seguir", aseguró Olmo.