No fue el hombre, sino el clima el que acabó con los mamuts

No fue el hombre, sino el clima el que acabó con los mamuts
11 sep 2013 , 08:39
Redacción

Al contrario de los que se creía, la existencia de los mamuts en este mundo tuvo altibajos.

Mucho se ha debatido sobre la causa de la extinción de los mamuts. Hasta ahora, se había culpado de su desaparición a la caza indiscriminada realizada por los seres humanos. Sin embargo, un nuevo estudio de la Royal Society de Reino Unido sugiere que el principal factor fue probablemente el cambio climático.

 

A través de análisis de ADN, un equipo de científicos observó que la población de mamuts lanudos comenzó a disminuir mucho antes de lo que se creía, a medida que el clima del planeta cambiaba.

 

El nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings B de la Royal Society, también muestra que hubo una población distintiva de mamuts en Europa que desapareció hace unos 30.000 años.

 

Muchos investigadores creían que el mamut lanudo era una especie resistente y abundante que floreció durante el tiempo que pasó en este mundo.

 

Pero según Love Dalen, investigador del Museo de Historia Natural de Suecia, el estudio que él encabezó sugiere una idea diferente.

 

"Parece que era una especie bastante dinámica que experimentó extinciones locales, expansiones y migraciones", dice Dalen en conversación con la BBC.

 

Dalen trabajó junto a otros científicos en Londres para analizar muestras de ADN de 300 especímenes de mamut lanudo recolectadas en estudios previos.

 

A partir de estas muestras, los investigadores pudieron calcular cuántos mamuts existieron en un momento determinado y también pudieron rastrear sus patrones migratorios.

 

Observaron la diversidad genética de las muestras: a menos diversidad, menos población.

 

Según sus hallazgos, esta especie estuvo cerca de la extinción hace 120.000 años, cuando el planeta atravesó una época más cálida. Se cree que los mamuts pasaron de ser varios millones a sólo decenas de miles.

 

Sin embargo, al comenzar otra glaciación, los números volvieron a recuperarse.

 

Los investigadores también encontraron que el declive que eventualmente los llevó a la extinción comenzó hace 20.000 años, cuando la glaciación estaba en su punto máximo. Los científicos estiman que el frío era tan intenso que afectó a la hierba que alimentaba a los mamuts, haciéndola más escasa.

 

Hasta ahora se pensaba que había comenzado hace 14.000 años, cuando el mundo empezaba a calentarse de nuevo.

 

La disminución del número de animales se hizo más pronunciada hacia el final de la glaciación, posiblemente a causa de que las praderas que habían sido su hábitat habían sido remplazadas por bosques en el sur y tundra en el norte.

 

La causa de la desaparición de los mamuts ha provocado un considerable debate científico. Algunos sugieren que los humanos los cazaron hasta extinguirlos, otros sostienen que los cambios climáticos fueron el factor principal.

 

Los críticos de la idea de la extinción climática dicen que el planeta se calentó bastante antes de que se extinguieran los mamuts, por lo tanto no puede ser la causa.

 

Pero el nuevo estudio muestra que los mamuts casi se extinguen en el período entre glaciaciones y esto da argumentos a la teoría de que el cambio climático fue la causa principal de su desaparición.

 

Otros animales, incluyendo a los humanos, se volvieron más activos después de la glaciación. Por lo tanto, la competencia entre las especies y también la caza pueden haber influido en la extinción de los mamuts, aunque no fueran la causa decisiva, explica el experto Adrian Lister, del Museo de Historia Natural en Londres, Reino Unido.

 

"Durante la última glaciación, ocurrida hace entre 50.000 y 20.000 años, hubo movimientos sustanciales de las poblaciones de mamuts, y, por ejemplo, los animales europeos fueron remplazados por olas migratorias originarias de oriente", dice Lister.

 

"Pero desde hace 20.000 años, los mamuts comenzaron su drástico declive que los llevó a la extinción, primero en el continente, hace 10.000 años, y finalmente en algunas islas árticas. El patrón parece coincidir con el cambio climático natural: el rol de los humanos en este proceso todavía no ha sido demostrado", concluye el investigador británico.

 

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