Morales insiste en que habrá un golpe de Estado en Bolivia
Grupos opositores, que respaldan a Carlos Mesa, piden anular las elecciones.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, alertó que sectores de oposición "preparan" un golpe de Estado "para esta semana", mientras que un grupo civil aliado de Carlos Mesa, rival del mandatario, propuso anular los comicios, en medio de una escalada de las protestas.
"Distintos sectores sociales (...) se preparan para hacer golpe de Estado la próxima (esta) semana", dijo Morales, en el gobierno desde 2006, ante seguidores en una localidad rural de Cochabamba (centro).
Y agregó con ironía: "¿Que están diciendo: (del) martes no debe pasar, no debe pasar de esta semana. Fuera Evo Morales!!".
Su ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, explicó luego en la televisión estatal que la oposición "está llamando a la gente para confrontar (...) para tomar las instituciones públicas, para desalojar al gobierno. Eso es una convocatoria al golpe de Estado".
Romero dijo que "antes los golpes de estado eran con militares, (ahora son) institucionales", citando los casos de Dilma Rousseff en Brasil o de Fernando Lugo en Paraguay. Como la oposición no controla instituciones, "han elegido la confrontación racial, la violencia para desestabilizar", manifestó.
Para zanjar la crisis política -con la gente volcada a las calles y una huelga en varias regiones del país- Morales, polémico vencedor de los comicios en primera vuelta, propuso abrir el proceso electoral a una auditoría encabezada por la OEA, las Naciones Unidas y la Unión Europea, organismos que se avienen a la realización de un balotaje.
"No les interesa segunda vuelta ni que se realice la suditoria, no les interesa las elecciones mismas. Si no se quiere la auditoria, es que se está en una estrategia golpista", protestó Romero.
Mientras, una influyente plataforma que articula los comités cívicos regionales (Conade), que respalda al aspirante opositor Carlos Mesa, planteó que "dada la realidad del fraude electoral" exige "la anulación de las elecciones, además de la formación de un nuevo tribunal electoral, "esta vez imparcial".
Mesa, que gobernó Bolivia entre 2003 y 2005, desconoció este sábado el resultado de los comicios así como sus "consecuencias políticas y jurídicas (...) por ser éste el resultado del fraude y el incumplimiento".
Poco después Morales respondió tajante: "aquí no hay negociación política, aquí se respeta la Constitución y al partido que ha ganado en las últimas elecciones nacionales. Quiero que (eso) sepa la derecha boliviana".