Mina ilegal en Indonesia: 15 muertos y siete desaparecidos tras deslizamiento de tierra
El derrumbe de una mina de oro ilegal en la provincia de Sumatra Occidental, Indonesia, dejó al menos 15 personas fallecidas y otras siete desaparecidas, según informaron este viernes los equipos de emergencia desplegados en la zona.
El accidente ocurrió el jueves en el distrito de Solok, después de que un deslizamiento de tierra, provocado por fuertes lluvias, sepultara la mina.
La Agencia Nacional para el Control de Desastres (BNPB) señaló que las intensas precipitaciones que azotaron la región generaron el colapso en la explotación minera informal, ubicada en una remota área boscosa.
Las tareas de rescate han enfrentado numerosos obstáculos debido al difícil acceso al lugar del incidente, una zona a la que solo se puede llegar tras una caminata prolongada.
Además, las constantes lluvias y el terreno inestable han imposibilitado el uso de maquinaria pesada, lo que ralentiza los esfuerzos de búsqueda de los desaparecidos. “El suelo está inestable y fangoso, y las lluvias continuarán hasta el sábado”, advirtió la BNPB en un comunicado.
Las autoridades movilizaron a equipos de emergencia, apoyados por la Policía y el Ejército, quienes trabajan incansablemente para intentar localizar a posibles sobrevivientes atrapados bajo los escombros.
Además de los fallecidos y desaparecidos, tres personas resultaron heridas en el accidente, según los datos más recientes proporcionados por la BNPB. Este tipo de incidentes no es raro en Indonesia, un país donde la minería ilegal es una actividad extendida, especialmente en zonas rurales y remotas.
La falta de regulaciones estrictas y de medidas de seguridad adecuadas en estas explotaciones no autorizadas provoca frecuentes accidentes, muchos de ellos mortales.
El problema de la minería ilegal en Indonesia es una preocupación constante. La falta de control por parte de las autoridades locales permite que miles de personas se dediquen a esta actividad, en su mayoría sin las condiciones mínimas de seguridad.
Los desastres asociados a estas prácticas, como el ocurrido en Solok, reflejan una peligrosa combinación de pobreza, explotación laboral y degradación ambiental, que pone en riesgo la vida de muchas personas.