Miles de sandinistas marchan en apoyo a Ortega en Nicaragua
Los manifestantes que participaron eran en su mayoría empleados públicos.
Miles de simpatizantes sandinistas marcharon este miércoles en en apoyo al presidente Daniel Ortega, quien afronta protestas opositoras que piden su salida del gobierno desde hace cinco meses.
Los manifestantes, en su mayoría empleados públicos, caminaban presurosos y en silencio, para cubrir unos cinco kilómetros entre las rotondas Jean Paul Genie (sureste) y la Hugo Chávez en el antiguo centro de Managua.
"Estamos apoyando a nuestro gobierno. Queremos trabajo y paz", dijo escuetamente Rosa Guevara, de 38 años, mientras apresuraba el paso ante la amenaza de lluvia que les alcanzó en algunos tramos del recorrido.
La caminata culminó con un acto cultural donde algunos funcionarios del gobierno daban informes sobre la gestión de su institución. "No pudieron ni podrán, el comandante (Ortega) se quedó", arengaban los manifestantes desde una tarima, en alusión a la demanda de opositores de que el presidente salga del poder mediante el adelanto de elecciones, algo a lo que él se ha negado.
El acto era amenizado por bandas de música que tocaban canciones al ritmo de reguetón o rock dedicadas a exaltar a Ortega, como el pegajoso tema de "El comandante se queda".
La caminata es parte de una movilización permanente de seguidores del gobierno, quienes con resguardo de antimotines se manifiestan todos los días en rotondas y lugares públicos de la capital; esos mismos sitios eran usados por opositores en sus actos de protesta o como puntos de reunión para marchar.
La policía calificó la semana pasada a las marchas opositoras como "ilegales" y advirtió que quienes las convoquen serán responsables de cualquier daño, amenaza o riesgo a la vida que ocurra durante su transcurso.
Las protestas opositoras, que se iniciaron el 18 de abril contra una fallida reforma al sistema de pensiones, fueron duramente reprimidas y dejaron un saldo de más de 320 muertos, según organismos de derechos humanos, tras lo cual se convirtieron en una demanda para que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, dejen el poder.