Un cementerio de migrantes es el desierto de Falfurrias, en Brooks, Estados Unidos
En la frontera sur de Estados Unidos, las autoridades endurecieron los controles de la migración irregular, debido a la cercanía con México, en localidades como Reynosa y Matamoros, en el estado de Tamaulipas, donde los cárteles narco libran una guerra por el control de las rutas para el tráfico de indocumentados.
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Alex Jara, agente de la Patrulla Fronteriza, dice que lo más grave es que cuando cruzan hacia Estado Unidos, los inmigrantes no han comido en días “y llegan débiles y deshidratados”.
Lo confirma Abel Salazar, también agente de Patrulla Fronteriza, quien añade que esperan hasta el último momento para pasar, "están tan agotados que no hay mucho que se pueda hacer para salvarlos en su paso por el desierto".
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Una de las zonas identificadas como paso ilegal es el desierto de Falfurrias, dentro del condado estadounidense de Brooks y a 137 kilómetros de la frontera mexicana. Ahí se llega en una hora por la carretera 281.
Las señales de tránsito advierten que el contrabando de extranjeros es el delito que más acecha a Falfurrias. Las organizaciones de derechos humanos lo califican como un cementerio de migrantes porque desde 2009 hasta 2024, 981 personas han muerto en su intento de cruzarlo.
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Urbino Martínez, sheriff del condado de Brooks, explica que en esa zona tiene uno de los puestos de control más concurridos en comparación con los de Arizona y Nuevo México. "Para evitarlo, los migrantes se internan en el desierto. Si son interceptados por la patrulla fronteriza o son vistos por los dueños de ranchos, ellos corren en diferentes direcciones".
Según la Cancillería de Ecuador, entre 2021 y 2024, 388 compatriotas desaparecieron y otros 342 murieron. Los decesos se concentran en zonas de la frontera entre México y Estados Unidos, entre ellas Falfurrias.
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El condado de Brooks está a solo 100 metros sobre el nivel del mar, por lo que hay mucha arena en este desierto y maleza. Hay muchos arbustos y espinas. También hay mucha vida salvaje, serpientes, cerdos ferales.
“Si no estás equipado para hacer la caminata y no tienes la cantidad de agua correcta en tu sistema, vas a sufrir y sentir dolor”, dice Urbino Martínez, sheriff del condado de Brooks, Texas
El sheriff del condado de Brooks, Urbino Martínez, dice que no es un recorrido fácil de dos o tres horas, “estamos hablando de días aquí, uno o dos días”. Él muestra las carpetas con fotos de los migrantes fallecidos.
Los hallazgos datan desde el 2009 y la mayoría mueren por caminar expuestos a temperaturas de hasta 45 grados centígrados, entre las víctimas hay cuatro ecuatorianos.
Esa oficina se encarga de localizar a quienes se pierden en el desierto, una tarea compleja porque tienen poco personal, mientras cada día aumenta el número de migrantes que se pierde en este corredor de la muerte.