Migrantes del "Open Arms" desembarcan en la isla italiana
Acción se da después de que Fiscalía del país ordenara la operación.
Los migrantes a bordo del buque humanitario español "Open Arms" empezaron a desembarcar la noche del martes en la isla italiana de Lampedusa, después de que la fiscalía del país ordenara la operación y declarara secuestrado el navío.
Varados desde el jueves a unos cientos de metros de la costa de dicha isla, los migrantes no habían podido desembarcar ante la negativa de Roma a permitirlo, pese a existir un acuerdo de seis países europeos (España, Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumania) para acogerlos.
Socorridos en el Mediterráneo por la oenegé española Open Arms, algunos de los migrantes llevaban hasta 19 días a bordo del barco, igualando el récord que marcaron las 32 personas rescatadas por el "SeaWatch3" y desembarcadas finalmente en Malta el pasado enero.
Tras una inspección de la policía judicial con dos médicos, el fiscal de Agrigento (Sicilia), Luigi Patronaggio, decidió que los rescatados debían ser desembarcados en la pequeña isla siciliana, habida cuenta de la tensa situación a bordo, a pesar de que el Gobierno español había decidido enviar un navío militar para recogerlos.
"Tras 19 días, desembarcaremos hoy en Lampedusa. Se incautará el barco temporalmente, pero es un costo que [Open Arms] asume para asegurar que las personas a bordo puedan ser atendidas", tuiteó el fundador de la oenegé, Oscar Camps.
Las cadenas de televisión italianas mostraron imágenes de los migrantes descendiendo del navío, amarrado en el puerto de Lampedusa, la noche del martes.
El martes, en un gesto desesperado, 15 migrantes, algunos de ellos incluso sin chalecos salvavidas, se lanzaron al agua para intentar llegar a nado a Lampedusa. Una portavoz de la oenegé española indicó que fueron rescatados por los guardacostas italianos y llevados a la isla.
"La situación está fuera de control", tuiteó Open Arms, cuyo barco albergaba 147 migrantes al llegar cerca de Lampedusa, una cifra que el martes se había reducido a 83, luego de que decenas de menores de edad y enfermos fueran evacuados.
Ante la negativa del ministro de Interior italiano saliente Matteo Salvini de dejarlos desembarcar, el Gobierno español fletó el martes un navío militar hacia Lampedusa para encargarse directamente de los indocumentados y llevarlos a Mallorca, a unos 1.000 km al oeste de Sicilia.
El patrullero español "Audaz", enviado por Madrid, partió hacia las 18H30 (16h30 GMT) de la base de Rota (sur), con 62 personas a bordo, mostró la televisión pública.
Sin embargo, al ser contactado por la AFP, el Gobierno español no pudo precisar si el barco enviado daría media vuelta o no tras el anuncio de la fiscalía italiana.
El fiscal italiano también abrió una investigación "contra desconocidos" por secuestro de persona, una acusación indirecta contra el ultraderechista Matteo Salvini, quien indicó en Facebook que la investigación apuntaba directamente contra él.
"Si alguien cree que me espanta con la enésima denuncia y petición de proceso, se equivoca. Sería un chiste haber logrado convencer a España para que envíe un navío [para recoger a los migrantes] y, ahora, obrar para que desembarquen en Italia y hacer que se juzgue al ministro de Interior que sigue defendiendo las fronteras del país", publicó en Facebook.
Así las cosas, solo quedaría un barco humanitario frente a las costas libias, desde donde suelen partir los migrantes en embarcaciones precarias rumbo a Europa.
El "Ocean Viking", operado por SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF), sigue buscando un puerto seguro para sus más de 350 migrantes a bordo.
La suerte de los migrantes del "Open Arms" desembocó en un intercambio de recriminaciones entre España y Matteo Salvini, acusado de querer beneficiarse políticamente de este asunto en plena crisis política en Roma, donde el gobierno torpedeado por el jefe de la Liga cayó este martes.
Fustigando de nuevo a Salvini, cuya posición tildó el lunes de "vergüenza para la humanidad", la ministra española de Defensa, Margarita Robles, estimó este martes que "las vidas humanas no le importan nada".
"La firmeza es la única forma de evitar que Italia se convierta nuevamente en el campo de refugiados de Europa, como se demuestra nuevamente con el barco de la oenegé española de falsos enfermos y falsos menores", tuiteó Salvini.