Un mes del tifón en Filipinas: más de 6 millones de niños sufren sus consecuencias
Se estima que más de un millón de viviendas quedaron dañadas, después del paso del tifón Haiyan.
Un mes después de la catástrofe provocada por el tifón Haiyan en Filipinas, más de 6 millones de niños continúan sufriendo las consecuencias del desastre, que ha afectado a un total de casi 15 millones de personas, según Unicef.
La organización denuncia que "todavía queda mucho por hacer", ya que millones de familias han perdido sus hogares y sus medios de vida. Un 80% de los niños de Tacloban, la ciudad más devastada por Haiyan, no ha podido volver a clase, y 1,35 millones de niños están en riesgo de sufrir desnutrición. Necesidades alimentarias y acceso a agua potable
La asistencia alimentaria de emergencia sigue siendo una prioridad en las comunidades afectadas por lo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció que está aumentando el reparto de víveres, aunque reconoció que las "necesidades son enormes".
El organismo distribuirá veinte toneladas de galletas con alto contenido energético entre niños de 2 a 5 años para prevenir deficiencias de micronutrientes, así como 75 toneladas de arroz entre 15.000 personas de las islas de Bantayan y Kinatarkan. Por otro lado, gracias al trabajo coordinado de Unicef, las ONG y el Gobierno filipino se ha logrado que más de 428.000 personas tengan acceso a agua potable en diferentes ciudades, incluyendo 200.000 en Tacloban, la localidad más afectada por el tifón.
El acceso a este bien de primera necesidad está siendo primordial para evitar el brote de enfermedades potencialmente mortales como el tifus, el sarampión o el dengue, de ahí que Unicef y la Organización Mundial de la Salud hayan puesto en marcha una campaña de vacunación contra la polio y el sarampión para más de 30.000 niños.
El paso del tifón dejó a Filipinas también sin muchas de sus infraestructuras y se estima que más de un millón de viviendas quedaron dañadas, lo que ha provocado cuatro millones de personas desplazadas, según datos ofrecidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). "Nuestro objetivo es ayudar a la gente a conseguir un hogar seguro en el que puedan reconstruir sus vidas", explicó el coordinador de emergencias de la OIM en Filipinas, Conrado Navidad.
Desde que se produjo el tifón hace un mes, Unicef ha distribuido miles de artículos como lonas, cubos, pastillas potabilizadoras de agua, suplementos de micronutrientes y kits de higiene, recreativos y educativos. Para poder seguir abordando este trabajo en Filipinas durante los próximos meses, el organismo ha hecho un llamamiento de 61,5 millones de dólares (unos 45,5 millones de euros).
Un mes del tifón El tifón Haiyan arrasó Filipinas el pasado 8 de noviembre con vientos de hasta 315 kilómetros por hora, siendo el tifón más fuerte registrado y el tercer desastre más mortífero en las historia reciente de ese país.
Según el último balance facilitado por el Centro Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres filipino, ha causado ya 5.786 muertos. Otras 1.779 personas permanecen desaparecidas a causa del tifón que también dejó 26.233 heridos y causó daños por valor de 352.000 millones de pesos filipinos (5.800 millones de euros), según el mismo organismo.