Marcha nacional en Estados Unidos para exigir mayor control sobre armas de fuego
La "Marcha por nuestras vidas" es una reacción a la masacre del 14 de febrero en Florida.
Una impresionante multitud de centenas de miles de jóvenes y adultos se aglomeraba de sábado en el centro de Washington, al igual que en otras ciudades de Estados Unidos, en reclamo de medidas para controlar el acceso a las armas de fuego.
Las marchas fueron convocadas y organizadas por jóvenes estudiantes, cansados de los periódicos tiroteos y matanzas en escuelas con armas de fuego, que dejan unos 30.000 muertos a cada año en el país.
Multitudes de adultos se sumaron a las manifestaciones, en lo que ya se considera una de las mayores protestas en al menos una generación.
"¿Cuántos más deben morir?", se preguntaban en la fría mañana de este sábado incontables pancartas, en referencia a la última matanza que cegó la vida de 17 personas hace apenas cuatro semanas en un colegio secundario de Florida.
"Libros, no armas", "Protejan a los jóvenes, no a las armas", "¡Ya basta con las armas!", eran algunas de las consignas que se repetían miles de veces en la marea humana que se movilizaba por la Avenida Pensilvania, que une la Casa Blanca con el Capitolio, sede del Congreso.
Formalmente, la "Marcha por Nuestras Vidas" pide la prohibición tanto a la comercialización de rifles de asalto como la venta libre de cargadores para armas semi-automáticas, así como el refuerzo de los controles de antecedentes de las personas interesadas en comprar armas.
Sin embargo, la ira de los manifestantes se enfoca fundamentalmente en la clase política, que ha sido incapaz de articular una respuesta efectiva a la generalizada violencia con armas de fuego.
"¡Estoy cansada! No quiero más que los políticos dediquen sus 'pensamientos y oraciones' a esta tragedia. ¡Queremos acciones! ¡Queremos que hagan algo! ¡Ya basta!", dijo a AFP la estudiante Rose Gomez, de 17 años, quien se sumó a la marcha acompañada de toda su familia.
Otros manifestantes pedían reformar la Segunda Enmienda de la Constitución, que consagra el derecho de los ciudadanos a poseer armas de fuego, mientras muchos otros reclamaban el fin de la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA), poderoso lobby que defiende la posesión de armas y que contribuye a campañas políticas.
"No deberíamos tener armas en nuestra sociedad. Estos muchachos tienen toda la razón", dijo el Jeff Turchin, de 68 años, que aportó su voz a la protesta.
El senador demócrata Chris Murphy, que representa al estado de Tennessee (donde 20 niños fueron asesinados a balazos en una escuela en 2012), dijo este sábado que el movimiento lanzado por los estudiantes "debe convertirse en una fuerza electoral".
Las marchas de este sábado tienen el apoyo de personalidades públicas estadounidenses.
El actor George Clooney y su esposa Amal donaron medio millón de dólares para el movimiento. Oprah Winfrey y Steven Spielberg también sumaron su apoyo, y el actor Bill Murray comparó las marchas del sábado a las protestas contra la guerra de Vietnam en la década de 1960.
Para la marcha en Washington ya confirmaron presencia figuras como los músicos Ariana Grande, Jennifer Hudson, Demi Lovato, Justin Timberlake o Miley Cyrus.
Mientras el centro de la capital estadounidense era literalmente inundado por jóvenes, niños y adultos, lo mismo ocurría en casi aproximadamente un centenar de ciudades en todo el país.
Una de las marchas tenía lugar en la localidad de Parkland, en Florida, donde el mes pasado tuvo lugar la matanza en el colegio secundario.
En Nueva York, la marcha incluyó al músico Paul McCartney, quien caminaba en medio de la multitud.
"Uno de mis mejores amigos fue víctima de violencia con arma de fuego cerca de aquí", dijo McCartney, en referencia al asesinato a balazos de John Lennon, en 1980.
La controversia sobre el acceso a las armas de fuego no es nueva.
Alcanzó lo que parecía un punto de quiebre después de la matanza de 20 niños en una escuela de Sandy Hook, en 2012, pero el gobierno no logró torcer el brazo de la industria de las armas y de la todopoderosa NRA.
El expresidente Barack Obama llegó a reconocer la derrota ante el multimillonario lobby de la NRA, y por ello ahora, aún después de haber abandonado la Casa Blanca, expresó su pleno apoyo a la manifestación estudiantil.
De acuerdo con el sitio web del comité organizador, este sábado se esperan unas 8.030 "marchas hermanas", simultáneas a la de Washington, en incontables ciudades del país.
El viernes, el gobierno de Donald Trump propuso la completa prohibición de los mortales "bump stocks", unos dispositivos que convierten rifles de asalto en armas automáticas.
La propuesta prevé un plazo de 90 días para recibir comentarios y modificaciones antes de convertirse en ley.
Varios "bump stocks" fueron empleados por el tirador que causó una masacre entre una multitud que asistía a un concierto en Las Vegas el pasado 1 de octubre, dejando 58 muertos y más de 850 heridos.