Los países ricos se comportaron peor que en las peores pesadillas
La revista científica The Lancet lamentó que "una hermosa idea" como la iniciativa Covax se haya quedado corta y culpó a los países ricos por ello.
En un artículo sacado a la luz el sábado, la prestigiosa publicación británica detalló que en un principio el programa debía servir para suministrar vacunas contra la covid-19 en todo el mundo, promoviendo la solidaridad y la equidad, pero terminó dependiendo de "la voluntad de los países ricos" para compartir sus dosis.
Lanzada en abril de 2020, Covax es una iniciativa global liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dos grupos de defensa de las vacunas: la fundación Gavi y la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias (CEPI).
El ambicioso plan trabaja para el desarrollo, compra y entrega de vacunas en un gran número de países; su objetivo es garantizar que las vacunas se compartan de manera equitativa entre todas las naciones, ricas y pobres.
Pero según The Lancet, esto no se ha cumplido.
El investigador Gavin Yamey de la Universidad de Duke, en EE.UU., que trabajó en el diseño de Covax lo describió como "una hermosa idea, nacida de la solidaridad", que "desafortunadamente" no dio el fruto que se suponía.
"Los países ricos se comportaron peor que en las peores pesadillas de cualquier persona", agregó.
Desde su lanzamiento, el mecanismo Covax ha recibido numerosas críticas. El doctor Clemens Martin Auer, miembro del directorio de la OMS, afirmó que Covax había tardado en asegurar acuerdos de vacunas, mientras que EE.UU. y algunos de los participantes más ricos de Covax han sido acusados de acaparar vacunas dosis.
"Injusto y contraproducente"
En América Latina, países como Cuba, Guatemala, Uruguay y Venezuela también han criticado abiertamente el programa y su eficacia.
Hasta el momento cerca de 2.000 millones de dosis han sido distribuidas; la iniciativa Covax solamente ha ayudado a repartir menos del 4% de todas esas vacunas, de acuerdo con el artículo de The Lancet.
Esto pese a que el mecanismo logró recaudar US$8.300 millones para la adquisición y entrega de dosis en países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, Covax aspiraba entregar 2.000 millones de vacunas a los países pobres para finales de 2021, pero ahora muchos dudan de que se logre alcanzar la meta.
El pasado el 2 de junio, en el marco de la Cumbre de la Alianza Gavi sobre el Compromiso Anticipado de Mercado de Covax, el secretario general de la ONU, António Guterres, destacó que hasta el momento 10 países han administrado el 75% del total de las vacunas contra la covid-19 en todo el mundo.
"Pero, en los países pobres, los trabajadores de la salud y las personas con las condiciones subyacentes no pueden acceder a ellas. Esto no solo es manifiestamente injusto, también es contraproducente", alertó.
"Covax ha entregado más de 72 millones de dosis a 125 países. Pero eso es mucho menos de las 172 millones que debería haber entregado a estas alturas ", añadió.
Una meta que no acabará con la pandemia
Algunos defienden que la iniciativa ha avanzado lentamente como resultado de la falta de infraestructura sanitaria en muchos de los países receptores y, en parte, debido al escepticismo que persiste sobre las vacunas en algunas regiones del mundo.
La entrega de dosis también se ha retrasado porque, tras el estrepitoso aumento de casos en India, los funcionarios de ese país restringieron las exportaciones para proteger a su propia población.
La fábrica del Serum Institute en India es vital para la producción de vacunas Oxford-AstraZeneca destinadas al programa.
Mientras algunos países han vacunado a una gran parte de su población, muchos otros apenas están comenzando su campaña de vacunación y otros todavía están esperando la llegada de sus primeras dosis.
Covax tiene como meta reducir esta gran brecha.
"Nadie está a salvo, a menos que todos estemos a salvo", advierte la OMS en su sitio web.
No obstante, incluso si el mecanismo Covax cumple su objetivo de vacunar al 20% de la población en los 92 países en los que se ha puesto esa meta, el porcentaje queda muy por debajo del nivel de inmunidad que los expertos consideran como necesario para acabar con la pandemia.
La OMS ha sugerido que para ponerle fin a la crisis sanitaria es necesario vacunar al menos al 70% de la población.