La nueva arma contra la falsificación de dólares

La nueva arma contra la falsificación de dólares
02 may 2013 , 07:56
Redacción

En octubre ingresará al mercado un nuevo billete de $100 que incorpora nuevas medidas de seguridad.

'Falsificar es la muerte'. Esa era la advertencia que aparecía en los billetes que se imprimían en Estados Unidos en el siglo XVIII. Los tiempos han cambiado y ahora las autoridades, en vez de amenazar con la pena capital a los potenciales criminales, aplican las últimas tecnologías a los billetes para dificultar la tarea de los falsificadores.

 

Siguiendo esa filosofía, la Reserva Federal estadounidense anunció en días recientes que el próximo octubre entrará en circulación un nuevo billete de US$100, que incorpora innovadoras medidas de seguridad.

 

Entre las nuevas características se encuentra una barra vertical de color púrpura, una marca de agua y las imágenes de un número "100" y de la Campana de la Libertad (símbolo de la independencia de EE. UU.), que varían de color cuando el billete se inclina.

 

Los responsables de la Fed creen que los nuevos billetes -que ya habían sido presentados en 2010 pero cuya producción se había retrasado hasta ahora- serán más fáciles de autentificar, al tiempo que complicará el trabajo de los falsificadores.

 

Y es que, con la aparición en el mercado de sofisticadas impresoras digitales a color y escáneres de alta precisión, la fabricación de billetes falsos se ha simplificado. Aunque en la mayoría de casos son detectables con un simple rotulador o una luz fluorescente, el público en general suele caer en el engaño.

 

Es por eso que con los nuevos billetes de US$100 se quieren aumentar las probabilidades de que cualquiera, a simple vista, pueda reconocer una falsificación.

 

Según las autoridades estadounidenses, los falsificadores nacionales suelen utilizar impresoras a color, mientras que en el extranjero son comunes las llamadas imprentasOffset, las mismas con las que cuentan muchos bancos centrales para imprimir su moneda.

 

La impresión Offset produce copias de mayor calidad que la digital, motivo por el que es el método de elección de muchos criminales en países extranjeros.

 

Entre las naciones donde se destaca la producción de moneda estadounidense falsa se encuentran varias latinoamericanas.

 

"La mayoría de los billetes falsos que llegan a EE.UU. provienen de Centroamérica y Sudamérica, siendo Perú y Colombia los países con mayor producción", según le explicó a BBC Mundo William Cachinero, agente del Servicio Secreto de EE.UU., organismo que desde hace más de un siglo se dedica a luchar contra la falsificación de moneda.

 

"Las falsificaciones que se hacen en EE.UU. suelen ser de poca calidad comparadas con las que se producen en el extranjero ya que se utilizan impresoras digitales y esos casos son fáciles de detectar", señala Cachinero.

 

Según el funcionario estadounidense, en los últimos tiempos todo apunta a que Perú es el principal productor de los dólares falsos que circulan en EE.UU.

 

Fuentes del Servicio Secreto aseguran que un 17% los dólares falsos en EE.UU. provienen de la nación sudamericana, que desde 2009 está trabajando de forma más estrecha con las autoridades estadounidenses para evitar este fraude.

 

A mediados de abril, se incautaron en Perú alrededor de US$20 millones en moneda falsa.

 

¿Y cómo introducen los dólares falsos en EE.UU.? Según William Cachinero, de una forma parecida a la que utilizan los pequeños narcotraficantes.

 

"La mayoría llegan con personas que los llevan encima suyo o en compartimentos ocultos en las maletas, como hacen con la droga. Nos encontramos con muchos casos en los aeropuertos", señala el funcionario.

 

"Algunos los mandan por correo y esos también los detectamos porque todo lo que llega del extranjero se pasa por un escáner".

 

Según algunos cálculos, tan sólo en EE.UU. circulan unos US$70 millones en billetes falsos, siendo los más populares los de US$20 y US$100.

 

Este último, por la elevada ganancia que se obtiene una vez se logra poner en circulación.

 

Desde 1928, el primer gran cambio que sufrieron los billetes impresos por la Reserva Federal de EE.UU. -con la introducción de una banda vertical de seguridad y una marca de agua- se produjo en 1996.

 

En gran medida estuvo motivado por la aparición en el mercado internacional del bautizado como 'superdólar' o 'superbillete'.

 

Según los especialistas, con algunas excepciones, sólo los bancos equipados con las últimas tecnologías pueden identificar esas falsificaciones, que surgieron a fines de los años '80.

 

Se trata de copias que, según algunos expertos, incluso superan en calidad a los billetes auténticos.

 

A lo largo de los años han surgido varias teorías sobre el origen de los 'superbilletes' -Irán, la mafia Rusa o militantes de IRA irlandés- pero la hipótesis que más credibilidad tiene para el gobierno de EE.UU. es que provienen de Corea del Norte, que obtendría importantes ganancias gracias a la moneda falsificada.

 

Entre esos 'superdólares', que circulan principalmente en el mercado internacional, el billete más común es el US$100.

 

Ahora los responsables de la Reserva Federal aseguran que con el rediseño de estos billetes su falsificación será "prácticamente imposible".

 

La realidad, en cualquier caso, es que los viejos billetes de US$100 convivirán durante un largo tiempo con los nuevos, por lo que muchos seguirán dándose un susto de muerte al descubrir que lo que llevan en la billetera no vale más que la tinta y el papel.

 

TAG RELACIONADOS