Juzgan a pareja que mató a su hijo metiéndolo en la lavadora por castigo
Los padres podrían ser condenados a cadena perpetua por lo ocurrido en 2011 en Francia.
Tanto el padre, , como la madre, , podrían ser condenados a cadena perpetua por el Tribunal de lo Criminal de Melun (al este de la región de París), cuya sentencia se espera el próximo viernes.
Los hechos ocurrieron el . El padre de Bastien llamó a los servicios de urgencia explicando que el niño
Los servicios sanitarios y los gendarmes que se ocuparon de la investigación, sin embargo, enseguida se dieron cuenta de que la versión era falsa, y la prueba más clara salió por boca de la hermana de Bastien, Maud, de cinco años en ese momento.
La niña explicó que su padre había metido al pequeño en la lavadora, "castigado por su mal comportamiento en el colegio".
También relató que al inicio del programa de lavado se oyó a Bastien llorar durante algunos minutos, pero después se hizo el silencio. La autopsia reveló la existencia de un edema cerebral y hematomas pulmonares debido a las aceleraciones y desaceleraciones del tambor de la lavadora.
La madre de Bastien, Charlène Cotte, de 29 años, pasó tres años en prisión preventiva durante tres años, y está acusada de cómplice en el asesinato de su hijo y de violencia.
En su defensa, alegó que no vio a su ex pareja "meter a Bastien en la lavadora" y cuando se dio cuenta "era demasiado tarde", de acuerdo con su testimonio en una entrevista publicada por "Le Parisien".
Preguntada por si no pidió ayuda en ese momento, la madre respondió cabizbaja que no tenía teléfonos a su disposición y que todavía ella misma no se explica por qué no alertó a los vecinos.
De hecho, ya ha sido condenado por la justicia en cinco ocasiones, una de ellas por violencia doméstica.
contó que Bastien no fue un hijo deseado por , que lo encerraba y le pegaba, y admitió que tendría que haber dejado a su ex pareja.
Los servicios sociales fueron alertados de la situación en varias ocasiones, e incluso una vez el padre de Bastien grabó un mensaje, descubierto tras el fallecimiento del niño, amenazando con tirar al pequeño desde un segundo piso, lo que se aportó como prueba en la instrucción del caso.