Los griegos entran en el corralito "sin dinero ni esperanza"
El gobierno decretara el cierre de los bancos durante ocho días.
Los griegos entraron este lunes en el corralito "sin dinero ni esperanza" después de que el gobierno decretara el cierre de los bancos durante ocho días y limitara a 60 euros diarios el dinero que se puede retirar en los cajeros.
"Mañana se pagan los salarios. Pero los bancos están cerrados y mi jefe no tiene dinero ¿Qué vamos a hacer? Tenemos que pagar las facturas", dice preocupada Sofia Chronopoulos, una joven vendedora de tejidos.
La economía griega está basada en el dinero en efectivo y Grecia es uno de los países donde menos se paga con tarjetas bancarias.
Al igual Sofia, muchos griegos se preguntan como van a administrarse en los próximos días, durante los cuales sólo podrán contar con 60 euros por día hasta el martes 7 de julio, día en que, en principio, los bancos vuelven a abrir.
Este lunes por la mañana numerosos cajeros automáticos no habían sido reabastecidos. "El cajero no funciona", explica Vaggelis, que no está preocupado por el máximo de 60 euros. "Es suficiente para mí", dice.
Los griegos empezaron a vaciar los cajeros después de que el primer ministro Alexis Tsipras anunciara la decisión de convocar un referéndum sobre las propuestas de sus acreedores, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"No hay dinero. Probé todos los cajeros automáticos. El cierre de los bancos es un enorme problema en Grecia. Resulta difícil no ceder al pánico", dice Theodoros Contos, un repartidor de 38 años, visiblemente estresado.
"Sin dinero y sin esperanza ¿Cómo hemos llegado a esta situación?" se pregunta Chris Bakas, un desempleado de 28 años que habla de "lunes negro".
Por su parte dos funcionarios del ministerio de Finanzas aseguraron a la AFP que Grecia ha entrado "en territorio desconocido".
Nikos Gyallitsis, propietario de un café en el centro de Atenas, calcula que va a perder el 50% de su facturación y teme, como muchos comerciantes, que desaparezcan sus clientes.
"La gente va a guardar el dinero para la comida y la gasolina", asegura. "Para hacer compras tienes que estar feliz, tener confianza. Y nosotros no sabemos que va a pasar mañana", añade.
Para aliviar un poco la vida de la gente, el transporte público de Atenas será gratuito hasta que se reabran los bancos.
Panagiotis Vergetis, dueño de una tienda de ropa masculina, decidió aplicar una rebaja de 30% en todos sus artículos. "Necesito dinero. Espero que vengan y compren", dice en la puerta de su negocio.
El gobierno anunció que la limitación de dinero no se aplica a los turistas y a las personas con tarjetas de crédito emitidas en un país extranjero.
Sin embargo, varios países recomendaron a sus ciudadanos que van a Grecia que lleven suficiente dinero en efectivo.
Michele Ammann, una suiza de 48 años, tiene mucho dinero en efectivo pero ha decido controlar sus gastos por si acaso. En el barrio donde reside la gente "está muy cansada, muy inquieta", comenta.
"Trajimos más efectivo que de costumbre", explica por su parte Marina Jestin, una francesa de vacaciones en Grecia durante tres días.
"Nuestros amigos en Francia están preocupados. Temen que los griegos se pongan agresivos o violentos cuando empiece a faltar el dinero", comenta.
Anastasia, la gerente de una zapatería para mujeres, no dispone de suficiente dinero para pagarle a sus empleados, pero ha decidido no hacer cola en los cajeros.
"Pienso que esta actitud agrava el problema. Lo importante es conservar la calma", dice con un tono de tranquilidad que contrasta con el aire preocupado de la gente de la calle.