Francia: expectativa por la decisión constitucional sobre la reforma de pensiones
Los sindicatos organizan una nueva jornada de movilización contra la reforma de pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, que busca aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Este viernes se conocerá el dictamen del Consejo Constitucional, que definirá el futuro de la ley y de las protestas. Las centrales han organizado más de 250 manifestaciones por todo el país que los servicios de información de la policía creen que serán menos masivas que en las últimas semanas y reunirán entre 400.000 y 600.000 personas.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, aseguró que los manifestantes pueden estar tranquilos por el dispositivo policial puesto en marcha: 11.000 agentes por todo el país. En el onceavo día de protestas, hubo 570.000 participantes en los desfiles, según el Ministerio del Interior, pero más de dos millones, de acuerdo con los sindicatos.
Las huelgas se harán sentir una vez más sobre todo en el transporte público, pero con menor impacto que en el pasado reciente. Ante el paro de una parte de los controladores aéreos, las compañías han tenido que anular el 20 % de sus vuelos en los aeropuertos de Nantes, Burdeos y Toulouse y es posible además que haya algunos retrasos.
Los dos aeropuertos de mayor envergadura del país, el de Orly y Charles de Gaulle, no han previsto cancelaciones o atrasos. Igualmente se han cancelado un 20 % de los trenes de alta velocidad (TGV), un 80 % de los otros convoyes de larga distancia, un 40 % de los regionales y un 25 % en algunas líneas de cercanías de París.
En el transporte metropolitano de París habrá menos trenes en algunas líneas de metro, pero los autobuses y tranvías circularán con normalidad. La pesadilla que se vivió en París y en otras ciudades francesas durante el mes de marzo con montañas de miles de toneladas de basuras en las calles podría repetirse en la capital ya que los empleados municipales encargados de su recogida han decidido iniciar un nuevo paro desde el jueves que puede continuar en los días siguientes.
También podrían volver a agravarse los problemas de aprovisionamiento de combustible de las gasolineras en la región de París y en otras zonas de Francia -que no han cesado-, ya que los trabajadores de una de las refinerías, la de Donges, se han declarado en huelga el jueves y el viernes.
Los sindicatos y el Gobierno de Macron van a estar atentos a lo que ocurre en la calle, pero en realidad desde hace días el centro de atención se ha desplazado al Consejo Constitucional y a las consecuencias que podrá tener su dictamen.
El órgano de interpretación de la Carta Magna tiene que decir si valida -total o parcialmente- o no la controvertida ley de reforma de las pensiones cuyo eje principal es el retraso de la edad de jubilación de los 62 años actualmente a 64.
En paralelo, deben pronunciarse sobre la demanda de la izquierda para organizar un Referéndum de Iniciativa Popular (RIP) que abriría la puerta a una nueva batalla de nueve meses para conseguir en primer lugar el apoyo del 10 % del cuerpo electoral (unas 4,87 millones de firmas) para que ese referéndum se celebre.