El fin de la práctica que les daba a los hombres el divorcio automático en India
En India un hombre musulmán podía divorciarse de su esposa en cuestión de segundos.
El Tribunal Supremo indio prohibió el martes el divorcio por repudio automático a la mujer autorizado en la comunidad musulmana, un tema candente relacionado con la concepción de la laicidad del país.
El "triple talaq" era uno de los temas más debatidos en India en los últimos años, pues afecta a cuestiones públicas capitales como la libertad de culto y los límites de la injerencia del Estado en la vida de las minorías religiosas.
Según esta práctica, hasta ahora aceptada en el país, bastaba con que un musulmán pronunciara tres veces seguidas la expresión "yo divorcio" ("talaq, talaq, talaq") para repudiar a su esposa. Una práctica que a partir de ahora será ilegal, según dictaminó la más alta instancia judicial de la nación.
"El triple talaq (repudiación) viola el Corán y la Sharia. No forma parte de la práctica religiosa y va en contra de la moralidad constitucional", declaró un panel de cinco jueces de las principales religiones de India -huinduísmo, islam, cristianismo, sijismo y zoroastrismo, que lo juzgo inconstitucional por tres votos contra dos.
El tribunal se pronunció únicamente sobre el divorcio de carácter inmediato, llamado "talaq-e-biddat", y no sobre las otras formas de repudia que llevan más tiempo.
Los casos de divorcio instantáneo por carta, Skype o incluso por Whatsapp han copado los titulares en India en los últimos años. Varias mujeres que fueron repudiadas de esta manera presentaron un recurso para obtener la abolición de este procedimiento.
Shayara Bano, una demandante que recibió su repudia por correo en 2015 y que cayó en depresión, aplaudió un "momento histórico" para las musulmanas indias.
"He conocido el dolor de que una familia se fracture. Espero que nadie tenga que pasar por esta prueba en el futuro", declaró a la prensa, afuera del tribunal.
Con 180 millones de personas, es decir, el 14% de la población, los musulmanes son la primera minoría religiosa de India, donde el 80% de los habitantes profesan el hinduísmo.
"Hasta ahora, una mujer musulmana podía ser expulsada de su casa de forma totalmente arbitraria y sin recibir ningún tipo de explicación. A partir de hoy, cualquier hombre musulmán que quiera divorciarse tendrá que respetar las órdenes del Corán", declaró a la AFP TV Balaji Srinivasan, abogado de Bano.
La laicidad en India sitúa a todas las religiones en régimen de igualdad.
Las creencias de cada ciudadano definen el derecho que prevalecerá en materia de matrimonio, divorcio o herencia.
El primer ministro, Narendra Modi, que apoyaba el recurso contra el triple talaq, que consideraba inconstitucional y discriminatorio para las mujeres, dijo que el fallo era "histórico".
El Partido del Congreso (oposición) también se congratuló por una decisión "progresista, laica y a favor de una igualdad de derechos para las mujeres musulmanas", en un tuit publicado en su cuenta oficial.
Sin embargo, parte de la comunidad musulmana -incluso algunos de los que estaban en contra del triple talaq- criticaron el posicionamiento del Gobierno, temiendo que se acabe privando a las minorías de sus leyes religiosas en un país en el que domina el hinduísmo.
Los nacionalistas hindúes militan desde hace tiempo para que se establezca un código civil uniforme para todos.
El tema "se ha convertido en un campaña mediática para diabolizar la imagen de los musulmanes", denunció ante la AFP Mulana Mohammad Wali Rehmani, secretario general de la asociación de organizaciones musulmanas All India Muslim Personal Law Board (AIMPLB), un colectivo que consideraba el triple talaq "reprensible", aunque se oponía a su veto.
Aún así, los musulmanes indios siguen disponiendo de dos formas de divorcio unilateral lanzado por el esposo, el "talaq-e-ahsan" y el "talaq-e-hasan", que requieren unos tres meses para que la separación sea efectiva, durante los cuales se puede revocar el procedimiento.
Las mujeres musulmanas también pueden iniciar un procedimiento de divorcio, con el consentimiento de su marido o pasando por el clero.