Feminicidios en México: las secuelas que sufren los niños

Vladimir y Alexa se convirtieron en víctimas indirectas del feminicidio de su madre Campira.
28 feb 2020 , 09:34
BBC News Mundo

Las víctimas olvidadas de la tragedia que deja los femicidios.

Con casi 59 años, Margarita Alanís recuerda cómo tuvo que "agarrar el toro por los cuernos" y volver a convertirse en madre de niños pequeños. Esta vez, de sus propios nietos.

Campira Camorlinga, una de sus hijas, se convirtió el 31 de diciembre de 2016 en una de las 10 mujeres que cada día son asesinadas en México. Tenía 31 años.

El presunto responsable fue su pareja, Jorge Humberto Martínez, un hombre al que los medios apodaron por haber supuestamente asesinado dos años antes a otra mujer con la que mantuvo una relación, e intentarlo sin éxito con una tercera.

Su modus operandi habría sido siempre el mismo: simular que las víctimas se habían suicidado. Campira apareció muerta en su cama con las venas cortadas, la llave del gas abierta y mechones de su pelo cortado.

El crimen marcó a la familia para siempre, recuerda Margarita, quienes entonces tenían 12 y casi 3 años, respectivamente, y que siguen sufriendo las secuelas del asesinato de su madre.

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