Familia presidencial venezolana sacudida por narcoescándalo, según diario

EEUU detuvo al ahijado y a un sobrino de la esposa de Nicolás Maduro acusados de conspirar para transportar 800 kilos de cocaína. Foto tomada de VTV
11 nov 2015 , 07:26
Redacción

Cilia Flores, primera dama, crió a uno de los detenidos y es tía del otro, según WSJ.

Las autoridades estadounidenses detuvieron a dos familiares de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, de quienes sospechan que querían transportar 800 kilos de cocaína a Nueva York, reportó este miércoles el Wall Street Journal.

 

Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas fueron detenidos el martes por la policía haitiana en Puerto Príncipe, entregados a la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, y llevados el mismo día en avión a Nueva York, informó el diario, que cita a "dos personas al tanto" de la operación.

 

Los dos hombres serán presentados el jueves ante un tribunal federal en Nueva York, según el WSJ.

 

Campo Flores y Flores de Freitas fueron identificados como sobrinos de Cilia Flores, esposa del mandatario Nicolás Maduro y candidata del partido oficialista a las elecciones legislativas de diciembre. El primero, de 29 años, se identificó en el avión como un hijastro de Maduro que fue criado por su tía Cilia, señaló el periódico.

 

Los dos hombres presuntamente contactaron en octubre a un informante encubierto de la DEA en Honduras, y le pidieron ayuda para transportar 800 kilos de cocaína a través de una isla hondureña en el Caribe.

 

En Venezuela, los dos venezolanos llevaron un kilo de cocaína -que supuestamente sería vendida en Nueva York- a un informante confidencial para comprobar la calidad de la droga. Todas las reuniones fueron grabadas, reportó el WSJ, citando una de las dos fuentes al tanto.

 

El Wall Street Journal ya había reportado en mayo que la justicia estadounidense investigaba a varios altos responsables venezolanos por "haber convertido al país en un centro global de tráfico de cocaína y lavado de dinero".

 

 

Según el periódico, una unidad de élite de la DEA y fiscales de Nueva York y Miami recababan pruebas de narcotráfico y lavado de dinero contra altos cargos en las Fuerzas Armadas y el gobierno venezolano.

 

Entre los acusados destacaba el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, número dos del partido oficialista.

 

Venezuela ha desechado esas denuncias como un intento de Washington de socavar al gobierno de Maduro, líder de la "revolución socialista" fundada por el fallecido presidente Hugo Chávez.

 

Pero Estados Unidos señala a Venezuela como la principal ruta de salida de las drogas de Colombia, el mayor productor mundial de hoja de coca, principal insumo de la cocaína.

 

También el WSJ reportó en octubre otra investigación en Estados Unidos por presunta corrupción y desvío de dinero de la compañía estatal de hidrocarburos Petróleos de Venezuela.

 

La difícil relación entre Caracas y Washington -sin embajadores desde 2010- sufrió una crisis en marzo pasado cuando la Casa Blanca sancionó a siete funcionarios del gobierno de Maduro por abusos en materia de derechos humanos.

 

A pesar de tímidos acercamientos, la tensión bilateral no ha desaparecido y este domingo Venezuela denunció el sobrevuelo de un avión de inteligencia estadounidense sobre su territorio.

 

Maduro hablará este jueves ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, dos días después de que opositores presentaran una denuncia en su contra por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional, en La Haya.

 

El gobierno sigue bajo presión internacional para que permita la observación internacional en los comicios legislativos del 6 de diciembre y libere a dirigentes y estudiantes opositores presos.

 

Más de 150 legisladores de Estados Unidos, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica y Perú reiteraron este martes el llamado a que la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea sean observadores en las elecciones.

En reuniones posteriores en Venezuela, grabadas por los agentes de la DEA, los dos venezolanos llevaron un kilo de cocaína a dicho contacto para mostrar la calidad de la droga prometida, que iba a ser vendida en Nueva York.

 

El cónsul de Venezuela en Nueva York, Calixto Ortega, estuvo en contacto con la DEA durante los arrestos, según las mismas fuentes del diario estadounidense.

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