Una familia se despidió por teléfono antes de fallecer en un incendio en Valencia, España

La tarde del jueves 22 de febrero, un incendio en un edificio residencial en la ciudad de Valencia, España, acabó con los 14 pisos de la edificación en pocas horas. La gravedad del incidente lo transformó en una de las peores tragedias de la ciudad, en la cual las autoridades confirmaron al menos 10 muertos, este sábado 24.

Mientras los bomberos trataron de apagar durante horas el incendio desde el exterior, entre gritos y desesperación los residentes del edificio esperaban a ser rescatados desde los balcones. Sin embargo, entre las víctimas que no lograron ser rescatadas, se encontraban los cuatro de una familia. Según la autopsia posterior, fallecieron por asfixia mientras se protegieron de las llamas en el baño de su casa.

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Las víctimas fueron identificadas como una pareja joven junto a sus dos hijos, un niño de dos años y un bebé recién nacido de menos de un mes de edad.

En sus últimos momentos, se despidieron por teléfono de sus familiares

La familia de cuatro intentó mantenerse a salvo de las llamas al encerrarse en el baño y y colocar toallas húmedas bajo la puerta. Pero esto no fue suficiente.

"Murieron asfixiados en el baño mientras ella se despedía por teléfono de su madre", explica al medio El Mundo, una vecina que conocía a la familia. "Estuvieron hablando hasta que la señal se cortó", agrega la vecina.

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Ellos fueron las primeras víctimas confirmadas por Emergencias de Generalitat. Sus restos fueron los primeros que divisó el dron de los bomberos la noche del jueves, pero el equipo de rescate no pudo ingresar a los restos del edificio hasta el viernes por la tarde.

La razón del incendio

El incidente comenzó en el octavo piso, pero se propagó rápidamente debido a los vientos fuertes de la zona. Según la Oficina Meteorológica Nacional, Aemet, estos alcanzaron una velocidad de 60 kilómetros por hora. Las autoridades aún están confirmando la causa del incendio en el octavo piso.

Además, expertos señalaron que el edificio estaba cubierto por un revestimiento de poliuretano inflamable, lo que aceleró la propagación.