Histórico juicio en Francia: 51 hombres son acusados de violar a una mujer drogada por su esposo
Gisèle Pélicot, de 67 años, se enfrenta este miércoles 4 de septiembre, a un proceso judicial que busca justicia por los años de abuso que sufrió a manos de su esposo, Dominique Pélicot.
Durante nueve años, Dominique drogó a su esposa y la ofreció en un foro de internet para encuentros sexuales con extraños, grabando cada uno de los abusos sin que ella tuviera conocimiento.
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La pesadilla fue descubierta en 2020, cuando Dominique fue detenido en un supermercado por grabar a mujeres bajo sus faldas. Al revisar su teléfono, la policía encontró más de 20 mil videos y fotos de Gisele inconsciente, siendo violada.
El hombre, que tiene 71 años, admitió que su esposa, Gisèle, estaba siendo ofrecida para dicho foro. Los abusos comenzaron en 2011, cuando vivían en París, y continuaron durante nueve años en Mazan.
Gisèle, quien había empezado a perder peso y cabello, y a olvidar días enteros, fue diagnosticada erróneamente con Alzheimer por sus hijos. Sin embargo, al ser citada por la policía, descubrió que su esposo la estaba drogando.
El esposo, actualmente en libertad bajo fianza, no recibió dinero de los hombres que acudieron a los encuentros, pero los grabó y participó en las sesiones. Según su declaración, todos sabían que Gisèle estaba drogada, y él alegó que actuaba impulsivamente y no podía controlarse.
De los 72 agresores que aparecieron en los videos, 50 fueron identificados y 32 de ellos serán los primeros en presentarse ante al juez. Los acusados tienen entre 26 y 74 años y pueden ir de hasta 20 años de cárcel.
El juicio busca prevenir futuros abusos
Gisele y sus tres hijos optaron por hacer público el juicio, con la esperanza de que su historia sirva como advertencia para otras mujeres y para concienciar sobre la importancia de denunciar abusos.
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Dominique, quien está en libertad bajo fianza, enfrenta junto con otros 50 acusados penas de hasta 20 años de prisión por violación agravada.
El proceso, que durará cuatro meses, permitirá a Gisele enfrentarse cara a cara con sus agresores, la mayoría de los cuales son completos, desconocidos para ella. Este juicio podría marcar un precedente en la lucha contra el abuso y la explotación de mujeres en situaciones vulnerables.