Entre escombros y destrucción, Gaza se prepara para un Ramadán

Gaza se prepara para celebrar su segundo Ramadán desde el inicio de la guerra con Israel, pero la realidad es desoladora.
28 feb 2025 , 10:11
Redacción y EFE

Entre escombros y destrucción, los habitantes de Gaza se preparan para dar la bienvenida al segundo Ramadán desde que se inició la guerra con Israel, en esta ocasión en relativa calma gracias al alto el fuego en vigor, pero sin comida más allá de las latas de alimentos o sin decoraciones que iluminan las calles.

Con los ojos puestos en las negociaciones para la segunda fase de la tregua, que se están llevando a cabo este viernes 28 de febrero en Egipto, la Franja llega a la celebración más importante del calendario musulmán, con una economía totalmente devastada por los combates.

Raed Salem Abu Sido intenta sacar adelante su restaurante en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de Gaza, entre tiendas de campaña y los escombros que se acumulan allá donde alcanza la vista.

"Hemos comenzado con el inicio de la tregua, volvimos a pesar de la destrucción y del restaurante bombardeado", detalla Abu Sido a EFE, y recuerda su anterior negocio, un local de dos plantas que empleaba a 12 trabajadores, quienes ahora están sin trabajo ni casa.

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Celebrar con latas de comida

Antes de la guerra, en el mes de Ramadán, el restaurante estaba "lleno de reservas", lamenta, pero ahora estima que el trabajo no llega al 5 % de lo que era antes.

La mayoría de los habitantes de Gaza han perdido sus fuentes de ingresos y solo unos pocos pueden ir a restaurantes como el de Abu Sido, mientras que muchos, "casi el 60 o 70%", según dice, subsisten a base de latas de comida y cajas de donaciones.

En años anteriores a la guerra, durante los días anteriores a la fiesta sagrada, los mercados de la Franja estaban rebosantes de gente. Ahora, la afluencia de visitantes es baja.

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Badir Mahmud Badir Tabatibi, vendedor de carne de pollo, y Yaacoub Mahri Abdeluahab, vendedor de productos alimenticios, coinciden en que los precios han bajado en comparación con el año pasado, pero la población no tiene dinero para comprar comida.

Mientras que hace meses los comerciantes tenían problemas para conseguir harina, en la actualidad se encuentra en muchos puestos del mercado, y también "galletas, chocolate, mermelada, pollo, carne, verduras y frutas", explica Abdeluahab, que lamenta que hay "mucha oferta y no demanda".

Soportar todo lo perdido

Antes de la guerra, era habitual que los gazatíes engalanasen las calles con luces y guirnaldas de colores con motivos del Ramadán. "Ahora no hay decoraciones, todo se fue", lamenta Abu Sido mientras trabaja en su restaurante.

Él tampoco ha colgado decoraciones este año porque "faltan las familias que murieron, así como familiares y amigos".

A pesar de que este año no deberían caer bombas sobre Gaza durante las celebraciones, la población no olvida a los más de 48 300 muertos desde que comenzó la guerra, mientras cada día se siguen recuperando cadáveres de entre los escombros.

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Además, admite que no pueden encender luces para Ramadán si quieren porque no tienen suministro eléctrico en las casas: "Antes la electricidad llegaba a las casas ocho horas por día, ahora no llega, ya que han destruido todas las torres y la infraestructura".

En este sentido, el aspecto religioso de la fiesta cobra más sentido que nunca para los habitantes de Gaza porque, según Abu Sido, "es lo que les anima a soportar durante la guerra", y explica que la gente reza en cualquier lugar, no solo en las mezquitas.

Así, pide a Dios que ayude a los que están sufriendo y que les permita recuperar lo que han perdido, que en muchos casos es todo.

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