Un ecuatoriano fue asesinado a tiros en robo fuera de una gasolinera en Brooklyn, Nueva York

Un migrante ecuatoriano fue asesinado a tiros en Brooklyn, Nueva York, el pasado fin de semana por ladrones que querían su mochila.

Javier Sánchez, de 33 años, vivía a menos de dos cuadras de donde fue asesinado y se dirigía a su casa cuando fue rodeado por un grupo de hombres que le dispararon en la cabeza.

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Según información policial, cinco personas confrontaron a Sánchez en el estacionamiento de una gasolinera en el barrio de Bushwick. Luchan y en un momento dado, Sánchez es derribado al suelo cerca de un automóvil estacionado, relata un reportaje de New York Daily News.

Sánchez inicialmente se defendía de este robo, sin embargo, uno de los presentes sacó un arma y abrió fuego, matando al hombre originario de Ambato. Segundos después, se ve a estas personas huyendo de la escena en un vídeo de seguridad del establecimiento, uno de ellos teniendo puesta una máscara de esquí.

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De acuerdo a Pablo Tayupanta, tío de Javier, él se resistió de este asalto porque en esa mochila tenía su pasaporte y su licencia de conducir.

"Tenía sueños que desafortunadamente no pudo lograr", dijo Pablo a ABC 7 New York. "Estamos desconsolados, y necesitamos ayuda para enviar su cuerpo de vuelta porque nosotros también somos de bajos ingresos", expresó.

Una hija en la orfandad

Sánchez llegó a Estados Unidos hace 13 meses, relató su primo Paúl Euza. Su hija de 4 años y su madre aún viven en Ambato, a quienes les enviaba remesas.

La niña, quien quedó huérfana, todavía no sabe qué le pasó a su padre, dijo Euza. "No hay palabras para nuestra tristeza. Es muy, extremadamente triste", expresó.

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Sánchez trabajó en la construcción y ocasionalmente condujo para aplicaciones de transporte. "Javier era muy trabajador. Vino porque no había trabajo allí. Vino aquí por su hija. Tenía sueños, pero, desafortunadamente, no pudo hacerlos realidad", dijo Tayupanta.

A pocos minutos a pie de donde vivía Sánchez, sus seres queridos publicaron una foto de él en un pilar, justo donde la policía dice que fue asesinado a tiros.