Dorian llegó a Canadá más débil pero aún peligroso
Las autoridades advirtieron de su peligro por olas de cerca de 20 metros.
Casi una semana después de devastar Bahamas, donde dejó al menos 43 muertos, Dorian tocó suelo canadiense, y aunque lo hizo debilitado, las autoridades advirtieron de su peligro por vientos violentos, lluvias torrenciales y
Dorian entró en el continente cerca de Halifax degradado por el centro de huracanes canadiense a "ciclón postropical muy intenso" con vientos de hasta 140 km/h. Según las autoridades,en Nueva Escocia.
"La seguridad de los canadienses es nuestra prioridad absoluta y estamos listos para ayudar a la Canadá atlántica ante esta tormenta", tuiteó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Mientras Canadá enfrenta la tormenta, lo bahameños que lo perdieron todo tras el paso del devastador el huracán Dorian intentaban este sábado 7 de septiembre escapar de las islas más afectadas, donde la tormenta de máxima categoría dejó , una cifra que las autoridades esperan aumente "significativamente".
Aviones, helicópteros y barcos tanto privados como gubernamentales, e incluso cruceros, convergían en las terriblemente maltratadas islas Ábaco para ayudar con las evacuaciones, tanto hacia la capital bahameña de Nassau como a Estados Unidos.
Las instalaciones del pequeño aeropuerto de Marsh Harbour, en las isla de Ábaco, sufrieron la ira de los vientos de hasta 250 km/h de Dorian. Varios hangares estaban derrumbados por el huracán, entonces de categoría 5, la más alta, aunque la pista de aterrizaje estaba practicable y centenares de personas pudieron embarcar rumbo a Nassau, la capital de Bahamas.
"Hace casi una semana que pasó y la gente no tiene comida ni agua. Sigue habiendo cadáveres por aquí, no es sano quedarse", dijo una joven madre de familia, Chamika Durosier, que salió del aeropuerto huyendo del mal olor de los retretes, donde no se puede tirar de la cadena por falta de agua.
"Algunos duermen aquí desde hace tres o cuatro días, el número de asientos es limitado en los aviones", cuenta Durosier, que sigue con heridas después de que el tejado de su casa le cayera encima a ella y a su hija por la fuerza de Dorian.
Según la ONU, al menos 70.000 personas necesitan "asistencia inmediata" en Bahamas, esto es, el equivalente de la población de las islas Ábaco y Gran Bahama, las más afectadas por Dorian.