Diez cosas que probablemente no sabía de India
A continuación le presentamos algunos aspectos menos conocidos del país de la meditación.
A muchos, India les evoca retiros de meditación, medicina alternativa, comida exótica, templos maravillosos y hermosas playas. A continuación le presentamos otros aspectos menos conocidos del país.
Sólo el 3% de la población india (de 1.200 millones de habitantes) paga impuestos.
Una explicación a esto es que la agricultura está exenta y dos terceras partes de los indios viven en áreas rurales.
También buena parte de la economía es informal, por lo que es diferente recolectar impuestos en ese sector de la población.
Muchos consideran que algunos de los problemas financieros del país se resolverían de golpe si ese amplio agujero impositivo se rellenase.
Un amigo me dijo que, antes de su matrimonio concertado, tuvo una corazonada de que su futura familia política había contratado un detective privado para investigar si había tenido alguna novia en el pasado.
La respuesta era que sí pero el fisgón, afortunadamente para mi amigo, no consiguió averiguarlo y la boda salió adelante.
El crecimiento de las compañías que ofrecen este tipo de servicios es enorme con unas 15.000 funcionando en el país.
"No es espiar", asegura una mujer que usó este servicio para investigar a un posible novio para su hermana. "Nos dijo que era de buena familia pero necesitaba asegurarme de que estaba diciendo la verdad".
Mientras en los países occidentales el períodico en papel parece vivir sus últimos días, la industria de la prensa escrita en India está en alza.
El aumento en la alfabetización de la población, el relativamente bajo uso de internet y el gran número de lenguas del país significa que son más las personas que quieren leer diariamente la prensa.
También es muy barato comprar el periódico, lo que incrementa la lectura en todas las clases sociales. Otro motivo por el que los periódicos pequeños y comunitarios están en alza es porque, por el auge económico, cada vez más gente pone anuncios clasificados, lo que ayuda a financiar las publicaciones.
Otro asunto destacable es el mercado de periódicos y revistas de segunda mano. Puedes vender las revistas en un puesto ambulante donde después las revenden. Hay gente que prefiere leer un ejemplar del año anterior de una revista como The Economist si es más barata que la edición nueva.
En la parte trasera de muchos camiones se puede ver pintada la frase: "Bocina sí, por favor".
Cuando un vehículo va detrás de otro en India se le anima a tocar la bocina. El problema es que no se usa con moderación.
Un conductor de ricksaw (el carruaje para transportar personas típico de India) me dijo que tocaba su bocina al menos 150 veces al día; un cálculo conservador ya que cuando el tráfico es denso, se suele tocar al menos una vez cada 30 segundos.
Una bocina típica de un ricksaw produce un sonido de unos 93 decibeles (cercano a los de un taladro) y el sonido general del tráfico se puede equiparar al de un avión jumbo despegando. Un sonido ensordecedor, literalmente.
India es un país joven. Más de la mitad de sus 1.200 millones de habitantes tienen menos de 25 años y dos tercios menos de 35.
Muchos jóvenes indios tienen un sentimiento de confianza en su nación y ya no miran tanto a Occidente.
Bombay tiene una escena "hipster" que podría rivalizar con la de Brooklyn y los talentos musicales locales está floreciendo en los últimos años y cada vez más la gente se aleja de las profesiones tradicionales para emprender carrera en el mundo artístico.
Un circuito de festivales musicales está llevando conciertos a campos y desiertos, mientras las principales ciudades como Bangalore,
Nueva Delhi, Bombay y Chennai (también conocida como Madrás) se están convirtiendo en centros de conciertos en vivo.
"Oh, has engordado", me dijo el jefe de la sucursal bancaria a la que suelo ir con una sonrisa en la cara.
Al principio la frase me horrorizó pero luego me acostumbré a que el hecho de ganar unos kilitos está bien visto, es un símbolo de que alguien está sano.
Pero lo que me sorprendió más es que India está a punto de alcanzar los niveles de una epidemia de obesidad (no sólo en humanos sino también en animales). En cualquier estación de servicio se ven colas de indios esperando en cadenas de comida rápida y procesada como McDonalds.
Siempre ha sido habitual ver a los indios de más edad lucir una prominente barriga, pero mientras una buena parte de la población lucha contra la malnutrición y millones de personas pasan hambre cada día, el perímetro de la cintura de muchos incrementa en las ciudades.
Bombay acaba de introducir un "inspector de escupitajos" para multar a quienes muestren su saliva en público.
Mucha gente escupe después de comer paan (un preparado de hoja de betel y nuez de areca y en ocasiones también tabaco) que se mastica pero no se traga. Esta mezcla produce una mancha rojiza que se puede ver en muchos muros blancos.
Es común ver el cartel de "no escupir" en taxis, en la parte trasera de los rickshaws o en la fachada de los edificios.
Pero existe la preocupación de que esta práctica sea responsable del contagio de la tuberculosis, por lo que incluso se ha puesto en marcha una campaña nacional contra los escupitajos.
Cualquiera que haya estado en India, aunque solamente hayan sido unos días, tendrá presente el poco espacio que hay en las aceras.
La capacidad de inventiva y la resolución de la gente es inédita. En cualquier lugar encuentras a alguien dispuesto a venderte algo o servirte de cualquier manera.
¿Se te rompe el paraguas? No te preocupes. Hay un hombre que te lo arregla. ¿Necesitas ponerle suela a tus zapatos? Un hombre puede ir a tu casa y hacerlo. ¿Que necesitas un corte de pelo en el medio de la acera? Ahí encuentras negocios serios: gente que te pone los huesos en su sitio en medio de la carretera, que te sana fracturas e incluso limpiadores de oídos o los hombres que te quitan callos y juanetes.
Lo más destacable es cómo estas tradiciones centenarias siguen manteniéndose fuertes con el paso del tiempo. Algunos temen que estas costumbres se pierdan ya que las nuevas generaciones optan por estudiar y dejan de lado los negocios familiares y porque en algunos lugares las autoridades están tratando de sacarles de las aceras.
India puede albergar algunos de los mejores científicos e ingenieros del mundo pero buena parte del pensamiento racional puede tirarse directamente por la ventana cuando se trata de supersticiones ancestrales.
Cada uno tiene las suyas propias. Por ejemplo, hay quien no se pone ropa nueva el sábado, quien no limpia la casa de noche por miedo de espantar a la diosa Laksmí y quien considera que da mala suerte dar o recibir algo con la mano izquierda.
Para muchos en India, ricos y pobres, mantener estas costumbres forma parte de la sociedad de hoy. Los vehículos nuevos tienen unas guirnaldas florales en el capó porque consideran buena suerte bendecir el auto antes de conducirlo. Para ello, se cuelgan chiles y limas en las puertas delanteras para ahuyentar al diablo.
Además, muchos aviones no tienen fila 13 para evitar cualquier asociación con números que dan mala suerte.