Crisis de Grecia: los bancos no abrirán el lunes pese al balón de oxígeno del Banco Central Europeo
La decisión ha sido tomada tras una reunión de emergencia del Consejo de Estabilidad Finan
La decisión ha sido tomada tras una reunión de emergencia del Consejo de Estabilidad Financiera después de que los griegos estén retirando miles de millones de euros de las entidades financieras.
El BCE decidió este domingo mantener la línea de crédito de emergencia a la banca griega, a pesar del clima de creciente tensión entre los acreedores y el gobierno de Grecia después de que éste anunciase una convocatoria de referendo para decidir sobre las condiciones del rescate.
Así lo anunció la institución en un comunicado en el que advierte, no obstante, que vigilará estrechamente el curso de los acontecimientos y que está lista para "reconsiderar su decisión" si fuese necesario.
Durante la mañana del domingo se especuló con que el BCE retiraría el soporte al sistema finaciero griego, lo que hubiera provocado posiblemente medidas de control de capitales el lunes mismo.
Los bancos del país heleno dependen de esta asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) para evitar la fuga de depósitos del país, algo en entredicho después de la suspensión de las negociaciones entre Atenas y la Unión Europea.
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, no obstante, consideró que Europa "ha perdido el rumbo".
Aun así, las declaraciones de los socios del euro muestran que no descartan ningún escenario.
El ministro de Finanzas de Austria, Hans Joerg Schelling, declaró ante la prensa que una salida de Grecia del euro ahora "parece casi inevitable".
Pero no todos los países miembros del euro parecen de acuerdo en que esa cuerda se rompa ya, a pesar de que el gobierno de Alexis Tsipras haya convocado un referendo para que los griegos decidan si aceptan las condiciones que les proponen sus socios europeos para continuar con el rescate.
El primer ministro francés, Manuel Valls, no cree conveniente que el BCE retire el oxígeno al sistema financiero griego. "No puede cortarles el suministro", ha dicho a la emisora francesa Europe 1.
Aunque cree que hay un "riesgo real" de que Grecia salga del euro.
Por tanto, las próximas horas son clave para conocer el desenlace de la cuestión griega, que puede poner al país aún más contra las cuerdas y desatar una ola de inestabilidad entre los miembros de la zona euro.
Hasta ahora el gobierno griego se ha negado a limitar la cantidad de dinero que se puede retirar de los bancos, pese a que se han retirado miles de millones de euros en las últimas semanas.
La gente que hace colas en los cajeros automáticos discute acaloradamente de política, según cuenta Anna Holligan, la enviada especial de BBC a Atenas.
Desacuerdos, conversaciones que se convierten en gritos e, incluso insultos: "Ignorantes, "ingenuo", "tontos", "suicidas", son algunos de los que se oyen.
Todas las discusiones parecen conducir a la pregunta: "¿Pero tú a quién votaste en enero?".
Aquellos que apoyaron a Syriza se defienden con el argumento de que al menos alguien defiende al país, pero enseguida son atacados por otros, que les hacen responsables de la retirada masiva de depósitos de los bancos.
Es el sentimiento de mucha gente. Obviamente, también están discutiendo el referendo. Las personas mayores se dan cuenta de que un "sí" en el referéndum significa que tendrán que reformarse los sistemas de pensiones. Incluso vi a dos personas depositando su dinero, alegando que era una cuestión de conciencia hacerlo.
Uno de ellos trató de convencer a los demás de que no retiraran su dinero en efectivo.
La espoleta que hizo estallar la situación fue la decisión de Tsipras de convocar un referendo para que los ciudadanos de Grecia decidan sobre el rescate.
El Parlamento griego aprobó este sábado la convocatoria de referendo.
"La consulta se realizará el domingo 5 de julio" y la pregunta será "sí" o "no" a las últimas propuestas de los acreedores, como adelantó Tsipras un día antes en un mensaje televisado.
Esa decisión llevó a los miembros del Eurogrupo a rechazar la extensión del actual programa de rescate financiero de Grecia, que expira el martes coincidiendo con el vencimiento de un pago al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Grecia tiene que pagar 1.600 millones de euros al FMI. Sin nuevos fondos, existe el temor de que Grecia abandone el euro y su economía colapse.