El Costa Concordia vuelve a flote dos años y medios después del desastre
El proceso concluirá con el traslado y el definitivo desguace de la nave.
El Costa Concordia volvió hoy a flotar dos años y medio después del desastre gracias a un proyecto faraónico que se llevará a cabo durante esta semana y que concluirá con el traslado y el definitivo desguace de la nave en el puerto de la ciudad italiana de Génova.
Las operaciones comenzaron durante la madrugada de este lunes, hacia las 06h00 hora local (04h00 GMT) y cinco horas más tarde el crucero volvió a estar a flote al separarse de la estructura submarina a la que permanecía sujeto desde que fue devuelto a su posición vertical, en septiembre de 2013.
Acto seguido, dos remolcadores trasladaron los restos del crucero 30 metros mar adentro, dejándolo a flote con ayuda de unos enormes cajones metálicos pero amarrado a la roca con un sistema de cables que le unen con la costa.
El plan incluye una elevación suplementaria del barco para permitir su correcto traslado hasta Génova.
Para que esto último se produzca, en los últimos meses se han instalado tanto a babor como a estribor esos cajones metálicos rellenos de agua que ahora tendrán que vaciarse para hacer las veces de flotador.
Por último, una serie de remolcadores trasladarán al puerto genovés la nave, que recorrerá 200 millas náuticas (370 kilómetros) a una velocidad de dos nudos (3,7 kilómetros por hora).
El naufragio del Costa Concordia supuso la muerte de 32 personas en el momento del incidente y otra más durante las obras de reflote: el submarinista español Israel Franco Moreno, quien falleció desangrado al sufrir un profundo corte en una pierna durante estas labores.
En definitiva, el reflotado de la nave supone la penúltima etapa de este proyecto destinado a desencallar, enderezar, reflotar y desguazar la embarcación.
El ministro de Medioambiente italiano, Gianluca Galletti, explicó que se cierra así "una página trágica" que comenzó a escribirse la noche del 13 de enero de 2012 cuando se produjo el naufragio.
"Quiero ser claro con esto: Aquí no hay nada que celebrar. Cerramos este trágico episodio y nada ni nadie podrá saldar el daño que han sufrido los familiares de las víctimas y nuestro país", dijo.
Pese a que en aquella noche perdieron la vida 32 personas, en un primer momento solo se recuperaron 30 cadáveres al darse por desaparecidos al camarero indio Russel Rebello y el de la turista italiana Maria Grazia Trecarichi.
Cuando se produjo el enderezamiento de la nave las autoridades italianas anunciaron el hallazgo de unos restos humanos que concordaban con el código genético de la familia Trecarichi.
Ahora, con el reflotado de la nave, los encargados de las operaciones esperan encontrar el cadáver del camarero indio.
Galletti señaló que en los próximos días se rastreará el fondo marino sobre el que ha permanecido la nave desde que naufragó para tratar de encontrar los restos de Rebello, quien pudo caer por la borda.
En caso de no hallarse el cadáver, el ministro afirmó que se le buscará cuando se proceda a iniciar el desguace del barco.
La elección de Génova para el desmantelamiento fue anunciada el pasado 1 de julio por el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que zanjó así una disputa entre puertos que aspiraban a ejecutar esta tarea.
Galleti señaló que la elección de Génova se debe, en primer lugar, a que debía ser un puerto italiano quien completara este proyecto y por esta razón se desestimaron propuestas "ventajosas" como una procedente de Turquía.
En segundo lugar, fueron decisivas las infraestructuras presentes en el área portuaria genovesa, que permitirán el desguace de la nave sin provocar daños al medioambiente, que podrían producirse si se hubiera optado por desmontarlo en el lugar del incidente.
La partida definitiva del crucero está prevista para el próximo 21 de julio, una fecha provisional que dependerá, según han señalado, de las condiciones meteorológicas y del consiguiente estado del mar, que marcarán decisivamente la culminación de las labores de reflotado.
En los próximos meses proseguirá el proceso judicial contra el capitán de la nave, Francesco Schettino, acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave y naufragio, entre otros delitos.