¿Cómo queda la causa palestina tras acuerdo entre Tel Aviv y países del Golfo?
En la Franja de Gaza se han organizado protestas para rechazar los acuerdos.
Los acuerdos de Abraham, que normalizan las relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin, abren un nuevo capítulo en la historia de Oriente Medio.
Firmados este martes en Washington, estos convenios han sido calificados de históricos por los tres países signatarios y por EE.UU., que ha servido como mediador.
Pero en Medio Oriente no todos apoyan la normalización de las relaciones con Israel: desde hace décadas la mayoría de las naciones árabes han condicionado que para establecer lazos diplomáticos con los israelíes, estos deben permitirles a los palestinos tener su propio Estado.
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Aquellos que apoyan los acuerdos de Abraham aseguran que ofrecen una oportunidad para alcanzar la paz en la región, pero algunos sectores del mundo árabe, incluida Autoridad Nacional Palestina, denuncian una "" por parte de EAU y Bahréin.
Según lo pactado en la Casa Blanca, las dos monarquías del golfo Pérsico normalizan sus relaciones con Israel y a cambio el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, suspende la anexión de territorios palestinos ocupados que él mismo había anunciado.
Los acuerdos son vistos por los países del Golfo también como una con Israel, que tiene una de las industrias tecnológicas más desarrolladas del mundo y es un gran emisor de turistas de alto poder adquisitivo, y de ganar un aliado en la región contra , enemigo común entre los firmantes de los acuerdos.
Mientras que para el gobierno israelí es considerado como un logro que le permite estar un poco menos aislado en la región y aumentar su frente contra Irán, su principal enemigo.
Y para Estados Unidos es una victoria diplomática que, por un lado, refuerza el liderazgo del presidente de cara a las elecciones del próximo 3 de noviembre y además impulsa la imagen de su país como potencia mediadora en Oriente Medio.
Pero, ¿qué significa este acuerdo para la causa palestina?
"Otra puñalada trapera"Durante mucho tiempo había consenso dentro de la gran mayoría de los países árabes en torno a la causa palestina, pero esto parece haber cambiado recientemente.
El primer ministro de los territorios palestinos Mohammad Shtayyeh estimó el lunes que la firma de los acuerdos marca en la historia del mundo árabe y "una derrota" para instituciones como la Liga Árabe (LA), "que ya no están unidas, sino divididas".
"Se añadirá al calendario de la miseria palestina y quedará registrado como el de las fracturas árabes", añadió.
Por su parte, la Organización de Liberación de Palestina (OLP), con sede en Cisjordania, calificó la normalización de las relaciones con Israel como "otra puñalada trapera a la causa palestina".
Yousef Munayyer, director de la Campaña por los Derechos de los Palestinos (USCPR), con sede en Washington, califica los convenios como una victoria para el "autoritarismo antidemocrático", entre actores que "buscan legitimar sus regímenes y sus formas de manejar a la disidencia y a los pueblos que reclaman libertad e igualdad".
"Son simplemente acuerdos entre regímenes autoritarios implicados en graves abusos contra los derechos humanos: en contra de sus propios pueblos, en el caso de los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, y contra el pueblo palestino, en el caso de Israel", critica.
En conversación con BBC Mundo, el escritor y analista político palestino-estadounidense dice que no cree que la normalización de las relaciones de los países del Golfo e Israel traiga paz a la región y mucho menos vuelva más probable un acuerdo de paz entre los palestinos y los israelíes.
"En realidad, creo que en cierto modo mata la posibilidad de la , pues es como si los regímenes árabes se estuvieran dando cuenta de que esa probabilidad ya no existe".
Un liderazgo más unificadoAsimismo el experto lo ve como una oportunidad para que los líderes palestinos reevalúen su estrategia, pues no cree en la idea de que los gobiernos árabes de alguna manera obligarán Israel a que rinda cuentas y así se logrará un Estado palestino.
"Los líderes deben despertarse y reconsiderar su enfoque. Tienen que pensar en para obtener poder y generar influencia frente a Israel".
Los acuerdos de Abraham han logrado lo que muchos analistas creían imposible hace algunos años: unir las facciones políticas palestinas.
El pasado sábado, un conjunto de organizaciones palestinas lideradas por Hamás y Fatah acordaron un "liderazgo de campo unificado" para encabezar una "resistencia popular" con el fin de hacerle frente a lo que consideran como "ocupación israelí".
Hamás y Fatah han estado divididas desde la llamada Guerra Civil Palestina en 2007, en la que Fatah, que es secular, renunció a la resistencia armada, oponiéndose al programa de Hamás, que se autodenomina yihadista e islamista.
Hamás es por Estados Unidos, Israel y otros países occidentales.
"Nuevas realidades en la región"Issam Ikirmawi, corresponsal del servicio árabe de la BBC, explica que tanto Emiratos como Bahréin dicen que están ayudando a los palestinos al abrirles un canal de diálogo con los israelíes.
"El mensaje que viene de estos países es que las cosas han cambiado y ya mantener la posición que se tenía antes, pues hay nuevas realidades en la región, como por ejemplo la amenaza de Irán".
Por eso, tanto EAU como Bahréin, enemigos de Irán, ven con buenos ojos la normalización de sus relaciones con Israel, con el que comparten rival.
Ikirmawi señala además que desde los Acuerdos de Oslo de 1993 -diseñados para ofrecer una solución permanente al conflicto palestino-israelí- ha habido relaciones entre algunos países del Golfo e Israel.
", pero desde ese entonces algunos países (árabes) han abierto misiones en Tel Aviv y les han permitido a los israelíes abrir misiones en sus territorios, en Qatar, Omán, Marruecos, por ejemplo".
"Nunca estuvieron realmente del lado palestino"Sin embargo, la normalización de las lazos diplomáticos entre Israel y sus vecinos no había podido avanzar debido al estancamiento entre las negociaciones entre las autoridades israelíes y las palestinas, argumenta el periodista de la BBC.
"Desde su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump ha dejado muy claro que su administración respalda plenamente la posición israelí al respecto. Y eso ha ejercido mucha para que hagan públicas sus relaciones con Israel y establezcan relaciones diplomáticas".
A diferencia de otros palestinos, Yousef Munayyer no considera los acuerdos de Abraham como una "puñalada".
"Decir que es una traición sugiere que los gobiernos de Bahréin y EAU alguna vez estuvieron realmente del lado del pueblo palestino. Y si miramos de cerca la situación, nos damos cuenta que ese ".
"Estos regímenes siempre han estado velando por sus propios intereses y los de las familias gobernantes. Pero es importante dejar en claro que la gente de estos países sigue apoyando enormemente la causa palestina. El resultado de un comportamiento egoísta por parte de un gobierno no tiene por qué asociarse a lo que el pueblo piensa".
, investigador principal y director del Instituto Hudson, un centro de estudios conservador con sede en Washington, cree que los acuerdos fueron posibles porque la cuestión palestina "ahora mismo" no es una prioridad.
"Aunque el tema palestino ha sido siempre muy importante entre los países árabes, ", le dice a BBC Mundo.
Munayyer, por su parte, opina que de manera general la firma de estos acuerdos afectará poco a la causa palestina.
Según el analista político palestino-estadounidense, las monarquías del Golfo firmaron los acuerdos con el fin de "hacer negocios y permanecer en el poder".
"Y para Trump representa una oportunidad para impulsar sus aspiraciones electorales".