Como cambiará la vida de Benedicto XVI luego del Pontificado
Cuando mañana el reloj marque las 20:00 en Italia, 14:00 en ecuador, el pontificado de Benedicto XVI habrá terminado. A esa hora, él ya estará fuera de la Santa Sede, en lo que será el primer gran cambio en su vida.
Durante tres meses él será huésped de Castel Gandolfo, la residencia de verano de los papas. Esto mientras terminan de adecuar su residencia definitiva, un monasterio dentro del recinto del Vaticano. A partir de ese momento también habrá otro cambio drástico, el tema de las responsabilidades.
De un instante para otro, Benedicto XVI pasará de ser la cabeza de una Iglesia con más de mil millones de feligreses, a no tener ni una sola obligación laboral. No tendrá ningún cargo administrativo ni estará obligado a presidir acto oficial alguno. Como tiene más de ochenta años, tampoco participará en el Cónclave que elegirá a su sucesor.
Benedicto anunció sin embargo, que estará dispuesto a colaborar o asesorar al nuevo Papa si éste así lo requiriese. Su hermano, Georg Ratzinger ha dicho que Benedicto XVI dedicará sus días a la lectura y la escritura de artículos y libros.
En el retiro, él ya no utilizará los trajes y sombreros elaborados que vistió durante el papado, aunque tampoco regresará a la sotana negra de los sacerdotes o púrpura de los cardenales. Seguirá vistiendo de blanco, característica de la indumentaria del Papa, pero sin capa o adornos adicionales. Sus tradicionales zapatos rojos serán cambiados por unos marrones hechos por un artesano mexicano especialmente para él. Su anillo, el anillo del pescador, que tiene además su sello personal, será destruido, al igual que todos los símbolos de su pontificado.
En cuanto al nombre, seguirá llamándose Benedicto XVI, en lugar de Joseph Ratzinger. Lo que cambiará será su título. Será conocido como Papa Emérito o Pontífice Romano Emérito, aunque seguirá recibiendo el tratamiento de 'Su Santidad'.
También habrá cambios en lo que tiene que ver a los beneficios que vienen con el cargo. Benedicto XVI tendrá secretario particular que seguirá siendo el mismo que hoy lo acompaña, pero tendrá que compartirlo con el nuevo Pontífice, a cuyo servicio estará la mayor parte del tiempo.
Como desde hace 600 años no existe un Papa Emérito, no está claro lo que ocurrirá con su plan de retiro o su pensión papal, pero está claro que como Cardenal tendrá una póliza de seguro de salud y también un grupo de personas para su cuidado personal.
Son los cambios más notorios, pero seguramente no los únicos, de la nueva vida que Benedicto XVI está a punto de comenzar.