Brasil autoriza el uso por emergencia de vacunas china y de Astrazeneca
En Brasil se autorizó de carácter de emergencia el uso de vacunas chinas y AstraZeneca.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizó este domingo el uso en carácter de emergencia de las vacunas del laboratorio chino Sinovac y del anglo-sueco AstraZeneca, último paso para iniciar la inmunización en Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia.
Por unanimidad, los cinco miembros de la dirección colegiada del regulador autorizaron este domingo el uso en carácter de emergencia de ambos antídotos, tras una reunión de cinco horas, que fue transmitida en vivo, y en la que analizaron las opiniones elaboradas por 50 personas de tres áreas técnicas.
Para la aprobación de las vacunas, solo se requería la mayoría de votos, no obstante todos los integrantes de la dirección colegiada optaron a favor de su uso en carácter de emergencia.
Meiruze Freitas, ponente de las solicitudes, fue la primera en votar y condicionó la aplicación del antídoto a la firma y publicación, antes del 28 de febrero, de un término de compromiso sobre la capacidad que tiene la vacuna para estimular el sistema inmunológico y producir anticuerpos, por parte del Instituto Butantan, la entidad que produce en Brasil la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinovac.
Las solicitudes para el uso de los antídotos en carácter de emergencia fueron enviadas a Anvisa el viernes 8 de enero, diez días atrás, con apenas horas de diferencia, luego de que fueran divulgados los porcentajes de eficacia de las vacunas.
El primer requerimiento fue de la "Coronavac" china, que tiene un 50,4 % de efectividad y fue desarrollada por el laboratorio Sinovac y el Instituto Butantan, uno de los centros de investigación médica más prestigiosos de Brasil y adscrito al Gobierno regional del estado de Sao Paulo.
La gobernación paulista ya compró 46 millones de dosis de la vacuna, de las cuales 6 millones están a disposición y el resto están en proceso de producción en el Butantán.
Después llegó el de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford que tiene un 70 % de efectividad y fue la apuesta del Gobierno de Jair Bolsonaro, que compró 100 millones de dosis del antídoto y negoció la transferencia de tecnología para que la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) pueda producir totalmente otros 110 millones.
Hace poco más de una semana, el Gobierno del líder ultraderechista decidió incluir la vacuna china en su plan nacional de inmunización y optó por comprarle al Instituto Butantan 100 millones de dosis del antídoto, incluyendo las que serían usadas en Sao Paulo.
Ambos antídotos realizaron las tres fases de pruebas en Brasil, uno de los principales requisitos exigidos por Anvisa para autorizar el uso en carácter de emergencia de una vacuna.
Con estas dos vacunas el Gobierno tiene luz verde para comenzar la campaña de inmunización en Brasil en momentos en que la segunda ola de la pandemia está disparada, con la mitad del país en alerta por el incremento de muertes y contagios, y con el estado de Amazonas colapsado por la falta de oxígeno y hospitales atiborrados.
Con cerca de 210.000 muertos, Brasil es el segundo país del mundo con mayor número de fallecidos, detrás de Estados Unidos, y la tercera nación con más cantidad de infectados (8,4 millones), después del país norteamericano e India.