Ataque a empleados penitenciarios en Perú: un muerto y un herido en ataque armado
El miércoles 11 de septiembre, un grupo de sicarios a bordo de una motocicleta abrió fuego contra empleados del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) que se encontraban en los exteriores del penal de Chincha, a 205 kilómetros de Lima, Perú
En el atentado, la abogada Fanny Flor Fernández, quien trabajaba para el INPE, perdió la vida. Manuel Ricardo Cervantes, otro empleado del penal, resultó herido en el ataque, pero está fuera de peligro, según el reporte de las autoridades. El Instituto expresó su pesar por la muerte de la trabajadora y prometió brindar apoyo a los afectados.
El INPE también aseguró que mantendrá la firmeza en sus políticas dentro de las cárceles del país. Medios locales informaron que el ataque ocurrió alrededor de las 9:30 a.m., en un momento en que las víctimas se trasladaban en un vehículo oficial.
Los sicarios habrían disparado repetidas veces antes de huir de la escena, dejando la motocicleta utilizada en el crimen abandonada en las inmediaciones.
Antecedentes de extorsión en el penal de Perú
El violento ataque sucede en un contexto de tensiones dentro del penal de Chincha. Hace poco más de una semana, un programa de televisión nacional reveló prácticas de extorsión y otros abusos cometidos por mafias organizadas dentro de la cárcel.
Tras la difusión del reportaje, el director del penal, Arturo Díaz Aliaga, fue destituido de su cargo, y se iniciaron investigaciones internas para desmantelar las redes de corrupción.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana, y el presidente del INPE, Javier Llaque, visitaron recientemente el centro penitenciario para supervisar las condiciones de seguridad y nombrar al nuevo director, César Bedón.
Las autoridades penitenciarias y la Policía Nacional del Perú continúan las operaciones en la zona con el objetivo de capturar a los responsables del ataque.
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El hallazgo de la motocicleta es clave para avanzar en las investigaciones, pero hasta el momento, no se ha confirmado la captura de los presuntos sicarios.
Las sospechas sobre la relación entre las mafias que operan dentro del penal y el ataque a los trabajadores refuerzan la preocupación por la seguridad de los empleados del INPE, quienes se encuentran en constante peligro frente a las amenazas del crimen organizado.