Assange seguirá en prisión mientras resuelve litigio con EE.UU.
Se le denegó la libertad condicional, al considerar que presenta riesgo de fuga.
Julian Assange seguirá en prisión provisional en el Reino Unido mientras combate ante la Justicia su extradición a Estados Unidos, que lo reclama por presuntos delitos de espionaje e intrusión informática por las revelaciones de su portal WikiLeaks.
La jueza Vanessa Baraitser de la Corte de Magistrados de Westminster le denegó este miércoles la libertad condicional, al considerar que presenta riesgo de fuga, a pesar de haber rechazado el lunes su entrega a EE.UU. por riesgo de suicidio.
Al anunciar su decisión, la magistrada señaló que Assange "todavía no ha ganado su caso", dado que Washington recurrirá el fallo contrario a la extradición, y por tanto "tiene un incentivo para fugarse" hasta que concluya ese litigio.
"Por cuestión de justicia, Estados Unidos debe poder cuestionar mi dictamen, y si Assange huye durante el proceso, perderá la oportunidad de hacerlo", afirmó.
A las puertas del tribunal londinense, la novia de Assange y madre de dos de sus hijos, Stella Moris, expresó su "gran decepción" por que el periodista deba permanecer en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh (sureste de Londres), donde "de entrada no debería estar".
"Urjo al Departamento de Justicia estadounidense que retire los cargos y al presidente de EE.UU. que indulte a Julian", declaró la también abogada ante decenas de seguidores.
El actual director de WikiLeaks y aliado del informático, Kristinn Hrafnsson, adelantó por su parte que piensan recurrir ante el Tribunal Superior la denegación de la libertad condicional, pues "es injusta e ilógica", después de que Baraitser admitiera el lunes que mantenerlo recluido amenaza su equilibrio mental.
Durante la vista de hoy, la jueza aceptó los argumentos de la fiscal Clair Dobbin, en representación de la Justicia americana, que alegó que el activista "ha demostrado" en repetidas ocasiones que es capaz de "llegar a extremos extraordinarios" para evitar su extradición.
Dobbin citó como ejemplo de los riesgos de dejarlo libre la oferta de asilo político hecha el mismo lunes por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, si bien la defensa matizó que el dirigente solo propuso acoger a Assange en consenso con el Gobierno británico.
La fiscal también recordó que WikiLeaks ayudó al exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden a huir de la Justicia de EE.UU. en 2013, tras haber revelado información confidencial.
La jueza descartó en cambio la posición de la defensa, encabezada por Ed Fitzgerald, que proponía que su cliente saliera de la cárcel y pasara a estar "efectivamente bajo arresto domiciliario", en un domicilio londinense con Moris, con una fianza económica y "cualquier otra condición que dispusiera el tribunal".
Fitzgerald adujo que la situación personal y procesal de su cliente "es muy diferente" a la que en 2012 le llevó a refugiarse como asilado político en la Embajada de Ecuador en Londres, a fin de eludir una extradición a Suecia.
Baraitser concluyó que el procesado, que sufre depresión y otras dolencias tras diez años confinado en el Reino Unido sin haber sido condenado por ningún delito, ha evidenciado que es capaz de huir de la justicia aunque haya "estrictas condiciones" de control.
La decisión de hoy supone un duro golpe para Assange y su familia, además de sus miles de seguidores en todo el mundo, que por primera vez veían la posibilidad de que dejara su encierro, iniciado tras su detención en 2010 a instancias de la Justicia sueca.
No obstante, el activista podría aún dejar la cárcel si prospera ese recurso anunciado por Hrafnsson contra la denegación de la libertad condicional.
Por su parte, la fiscalía confirmó hoy que Washington recurrirá el dictamen contra la extradición sobre la base de que la magistrada malinterpretó la jurisprudencia y demostrará además que EE.UU. tiene "mecanismos" para prevenir el suicidio si Assange es procesado allí.